La actinomicosis es una enfermedad infecciosa que se presenta en los bovinos, especialmente en la mandíbula del animal y que puede ser confundida con otras por ser producida por una bacteria que se encuentra en el ambiente.

Esta enfermedad se conoce como el cáncer de los bovinos, porque afecta directamente la estructura ósea, específicamente la mandíbula o lo que suele llamarse ‘quijada’. Su presentación es por medio del aumento en el volumen de dicha parte que contiene secreciones y otros elementos que afectan el desarrollo del animal. (Lea: Prevenga la actinomicosis, cáncer que afecta la mandíbula del ganado)

Causas

Yesid Lora, médico veterinario y zootecnista de la Hacienda Villa María, Almacén Agropanorama y del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), indica que una de sus causas es la deficiencia en el manejo del bovino.

“Es producida por una bacteria llamada Actinomyces bovis que se encuentra en el ambiente y el ganado la adquiere en las instalaciones donde no hacen un buen manejo de limpieza de los comederos, bebederos o del mismo alimento. Esta bacteria entra por vía oral penetrando el cuerpo del animal y hace su efecto por la parte linfática o directamente en la sangre llegando al músculo llamado macetero”, afirma Lora.

Diagnóstico

Cuando esa bacteria se ubica, comienza a colonizarse y cumplir su función, produciendo el aumento de tamaño del macetero (músculo de la masticación) con síntomas similares a los de otras enfermedades, por lo cual no se sospecha y no se tiene un diagnóstico diferencial.

“Es importante que se evalúen los signos clínicos porque es muy poco frecuente que la vaca se golpee en ese punto de su cuerpo; además se debe analizar en cuántos animales se están presentando. Otra de las formas es realizar un evaluación mediante la sangre del ganado contagiado que mostrará los microfilamentos de la bacteria”, asevera Lora.

Síntomas

Cuando esta bacteria toma poder en el cuerpo del animal, se comienza a ver heridas multifocales en varias partes del cuerpo del bovino, acompañadas de secreción sanguinolenta, eliminando pus con sangre.

“Si la vaca tiene el aumento de volumen junto con la secreción, ya es una vaca que no va a comer bien y en algunos casos las piezas molares se desplazan por la misma presión que está causando el aumento de la mandíbula. Además el animal comenzará a perder apetito, a tener fiebre y a estar aislado”, expresa Lora.

Además se van a presentar problemas respiratorios porque los cornetes nasales por las afectaciones que genera la presión en el aumento del tamaño de la quijada del bovino. (Lea: Conozca los tipos de inflamaciones que atacan al ganado bovino)

Tratamientos

Para prevenir la enfermedad se debe realizar una buena limpieza de los lugares donde frecuenta el animal como los comederos, bebederos y así se puede minimizar la presencia de la bacteria en la explotación ganadera.

Cuando ya se está mostrando que hay animales infectados, “se deben aplicar los antibióticos como las estreptomicinas y las penicilinas, todo esto bajo criterio del médico veterinario, pues cada caso es distinto y la duración de los tratamiento varía de acuerdo a la intensidad de la enfermedad en el animal”, señala Lora.

En Colombia, esta enfermedad no es muy común porque los ganaderos dan un buen manejo de sus tierras. Sin embargo hay casos que se han presentado pero que no han sido registrados porque se confunden con otros padecimientos. (Lea: 14 enfermedades sin control oficial atacan al ganado en Colombia)

Finalmente, en palabras de Lora, “el porcentaje de casos en Colombia es mínimo porque no es muy frecuente y las empresas ganaderas hacen una buena limpieza de las instalaciones, pero sí se puede presentar porque la bacteria puede estar en cualquier lugar. Algunas veces no es bien diagnosticada porque se asemeja a otras enfermedades y la mitigan con el uso de antibióticos”.