Normalmente las pasturas utilizadas para alimentar el ganado presentan unas deficiencias nutricionales que se deben reforzar con suplementos como las sales minerales.
De la alimentación del ganado depende también la calidad de la carne y la leche que producen, así como sus derivados y de ahí la importancia de una buena nutrición.
En los bovinos hay unas funciones específicas que deben cumplirse debido a la vocación de crianza y producción que tienen este tipo de animales. Por esto, muchos ganaderos han encontrado en las sales minerales una solución eficaz para suplir los requerimientos alimenticios que no se garantizan con el forraje o los pastos de los hatos.
Las sales minerales son vitales para el organismo de los bovinos desde su nacimiento hasta la etapa de desarrollo. Existen dos tipos: las proteinadas y las energizadas. (Lea: Sales mineralizadas se deben individualizar según los requerimientos)
Los minerales más comunes y fundamentales en la nutrición de los bovinos son: hierro, fósforo, sodio, potasio, cloruro de magnesio, zinc, entre otros, y son la base de la mayoría de sales minerales, según una nota de la firma colombiana Somex.
En un primer momento los terneros toman todos los suplementos nutricionales necesarios de la leche de las vacas, pero a medida que van creciendo y pasan a alimentarse a base de forraje no encuentran en este alimento los componentes necesarios que garanticen los parámetros de una producción eficiente. Es ahí donde las sales minerales potencian la provisión de nutrientes y ayudan a cada animal a tener una ganancia de peso ideal y cumplir sus funciones productoras en los tiempos estimados, según sea el caso.
Las sales minerales proteinadas son aquellas que se enfocan en suplir de proteínas la alimentación de los bovinos. Las proteínas son componentes fundamentales en el crecimiento y mantenimiento de las células y tejidos corporales. Son vitales en diferentes etapas por las que pasa el bovino, tanto desde su crecimiento hasta la etapa de producción láctea, ya que, cuando las vacas producen leche consumen más proteínas.
Por eso es fundamental que los ganaderos conozcan las diferentes etapas de cada bovino con el fin de prever qué tipo de alimentación necesita su organismo con el fin de determinar qué sales minerales suministrar.
Hay un aspecto en el desarrollo de los bovinos en el que la ingesta de sales minerales proteinadas es fundamental. Cada animal tiene un desarrollo específico según su edad, por lo general, los individuos tienen un estimado de crecimiento que culmina al llegar a los 500 kilogramos, teniendo un promedio de ganancia corporal de un poco más de 1 kilo diario. Para poder cumplir esas metas de desarrollo la inclusión de sales minerales proteinadas en la alimentación resulta determinante. (Lea: Sales mineralizadas, claves en la reproducción bovina)
Por otra parte, las sales minerales energizadas son sumamente importantes en la dieta de los bovinos porque, como su nombre lo indica, son las encargadas de proporcionar la energía necesaria para que el animal pueda desempeñar sus labores de producción de manera óptima. En general, los forrajes suelen ser alimentos fibrosos muy pobres en carbohidratos, que son los nutrientes más importantes en la producción de energía.
El uso de sales minerales energizadas tiene dos grandes beneficios que son evidentes en el desarrollo de los bovinos. El primero es el apoyo que brinda en el proceso de la ganancia de peso, donde también es vital el uso de proteínas.
Los animales también obtienen energía de las grasas que se descomponen y se convierten en carbohidratos, en este sentido, las sales minerales son importantes porque estimulan la quema de grasas en el organismo, evitando también que no haya un incremento de peso con engrasamiento excesivo, que, además, puede influir negativamente en la producción lechera.
El segundo factor beneficioso que implica la inclusión de sales minerales en la dieta del ganado tiene que ver con el aumento en la capacidad reproductiva. Cuando las vacas llegan al estado de preñez empiezan a requerir un mayor gasto de energía diario, ya que, mucha de esta se requerirá para el desarrollo óptimo del feto.