En su texto “Consanguinidad: costo oculto para la ganadería de leche”, el médico veterinario zootecnista Juan Esteban Sánchez esbozó algunas alternativas para evitar los efectos indeseados de la endogamia, más allá de evitarla por completo.
De acuerdo con el experto, no existe un método “mágico” para eliminar la consanguinidad, sino que más bien debe buscarse un programa encaminado a controlar sus niveles en la explotación. Las herramientas que propuso son las siguientes:
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Establecer un sistema de identificación (marcas con hierro caliente o frío, chapetas, tatuajes o dispositivos electrónicos intraruminales o subcutáneos) y llevar registros que incluyan información sobre sus ancestros, lo que quiere decir que el animal debe tener un pedigrí lo más completo posible.
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Registrar los servicios y los partos de las vacas. La información consignada en el registro debe incluir el código del toro, su nombre y, si es posible, el número de registro del toro ante la asociación. (Lea: ¿Cómo evitar la consanguinidad sea un problema en su hato ganadero?)
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Realizar apareamientos entre distintas razas. Esto permite una máxima heterosis (efecto contrario al de la endogamia), pero tiene como limitante la dificultad en la elección de la raza del toro que se utilizará en la siguiente generación. Se deben buscar razas complementarias y que cumplan con los objetivos productivos de la explotación.
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Utilizar un programa de apareamiento computarizado. Como representante de Génetica Selecta, presentó el sistema de evaluación lineal y apareamiento correctivo de Select Sires (SMS –para vacas– y SMSII –para novillas–). (Lea: ¿En qué consisten la endogamia y la exogamia en animales?)
Según indicó, este tipo de programa limita los niveles de consanguinidad según sus necesidades al sugerir toros poco emparentados con la vaca que va a ser inseminada. Adicionalmente, hará la recomendación del reproductor que mejor se acomode a los objetivos productivos de su ganadería.
El programa SMSII permite realizar el apareamiento programado de novillas con la información de su pedigrí, limitando la consanguinidad a niveles mínimos y utilizando toros con adecuada facilidad al parto. (Lea: Los efectos de la consanguinidad en la productividad de los bovinos)
- Utilizar toros con pedigrí diferente, así sea dentro de la misma raza, favorece la supervivencia de las vacas, disminuye los riesgos de descarte e incrementa la producción y su fertilidad.