La propuesta de Sambuceti y Raviolo del Departamento de Producción Animal, Facultad de Agronomía y Veterinaria de la Universidad Nacional de Río Cuarto (Argentina) sostiene que la higiene de los animales, especialmente en la lechería, se ha convertido en un indicador esencial de su salud y bienestar.

La suciedad en la ubre, las patas traseras y la pierna superior puede tener consecuencias negativas, como la presencia de patógenos de mastitis y un aumento en las infecciones intramamarias. Por lo tanto, contar con un método de evaluación efectivo se vuelve crucial para garantizar la calidad de la leche y el bienestar de los animales.

El nuevo método de calificación propuesto evalúa tres sitios anatómicos diferentes: la ubre, las patas traseras y la pierna superior. Se utiliza un sistema de cinco niveles que representan porcentajes de la superficie evaluada cubierta por suciedad de cada animal. Desde 0 para menos del 5 % de suciedad, 1 para el rango de 5 a 20 %, 2 para 20 a 40 %, 3 para 40 a 60 % y 4 para más del 60%, este sistema brinda una escala precisa y fácil de aplicar.

La calificación de higiene se realiza de manera práctica y sencilla, permitiendo su aplicación en diversos momentos, como la fosa de ordeño, estación de palpación o durante la alimentación. Además, puede utilizarse mientras los animales están en movimiento, pastoreando o en cualquier actividad diaria. Esto hace que el método sea no solo efectivo sino también conveniente para los productores de leche en la región.

«Para llevar a cabo la calificación se determinan límites específicos para los sitios a evaluar y se considera el porcentaje de la superficie que se encuentra cubierta por suciedad. Entendiendo por suciedad a cualquier resto visible de barro, cama, materia fecal u otro material ajeno al animal adherido sobre su manto», precisaron.

Para evaluar las patas traseras, imagine que está mirando la vaca desde atrás y a un costado. Para evaluar, observe la zona desde el hueso del tobillo hasta una línea que conecta los dedos más pequeños. Sin embargo, no debe considerar la parte más baja de las patas y los dedos, ya que a menudo pueden ensuciarse debido a condiciones específicas del lugar o a la forma en que se cuidan las vacas.

Aunque esto no significa que no sea importante, ya que la higiene en esta parte de las patas es relevante, podría dar lugar a clasificaciones incorrectas si no se tiene en cuenta el contexto. (Lea en CONtexto ganadero: Higiene y cuidados de la ubre para tener una buena producción)

La calificación se realiza asignando un puntaje de 0 a 4, considerando el porcentaje de superficie cubierta por suciedad en cada sitio anatómico. Este enfoque preciso y detallado facilita la identificación de áreas específicas que pueden requerir atención adicional. Al promediar los valores obtenidos en los tres sitios, se obtiene un puntaje general de higiene por animal, permitiendo una evaluación integral de su estado sanitario.

Este método de calificación de higiene propuesto aborda la necesidad de evaluar el bienestar animal en sistemas lecheros intensificados. Pero además su simplicidad, aplicabilidad y adaptabilidad lo convierten en una herramienta invaluable para los productores de leche, proporcionando información crucial para mejorar la salud y el rendimiento de sus animales.