La reducción de la población de transmisores de murciélagos hematófagos a través de su captura, solo puede ser realizada por personal del ICA, y técnicos capacitados y aprobados previamente en dicha labor.   Los murciélagos se alimentan de la sangre del ganado. Si bien pueden morder cualquier parte del cuerpo, tienen cierta predilección por el cuello, orejas, patas y alrededor de la base de la cola. (Lea: Organismos de la salud humana y animal se unen contra la rabia)   Las capturas se llevan a cabo en lugares donde se han presentado casos de bovinos con mordeduras o directamente en sus refugios. Para ello se utiliza una herramienta conocida como malla de niebla.   Una vez se atrapan los murciélagos, son identificados y clasificados y se procede aplicar un tratamiento con un anticoagulante, luego son liberados para que lleguen nuevamente a sus colonias e iniciar así el control de los vampiros.   De cada captura realizada  se envía uno o 2 murciélagos hematófagos al Laboratorio Nacional de Diagnostico Veterinario, LNDV, del ICA para someterlos a su diagnóstico de rabia. (Lea: Rabia silvestre en bovinos: qué es, síntomas y prevención)   José Reinaldo Suárez, médico veterinario y experto en manejo animal, señaló que algunos ganaderos utilizan unos métodos tradicionales como el fuego o el humo para tratar de evitar que los bovinos sean mordidos, pero esas prácticas no son recomendables porque no todos los murciélagos son hematófagos.   Según Suárez, al implementar estos métodos, se alteran no solo los que se alimentan de sangre, sino también los insectívoros y fructíferos que son esenciales en todos los ecosistemas.   "No se puede tomar medidas tan drásticas como quemar los sitios donde viven o sus cuevas porque le podemos hacer un gran daño a la ecología", sostuvo. (Lea: ICA insta a ganaderos a vacunar a contra rabia de origen silvestre)   Indicó que cuando los ganaderos conozcan casos de mordeduras, estos deben dar aviso al Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, pues su personal es el que debe realizar las capturas y el respectivo seguimiento.   La vacunación es una de las medidas de prevención más efectivas para control de la rabia. Este procedimiento es estratégico, y se realiza en zonas endémicas.   Vale la pena hacer énfasis en que se debe evitar hacer daño a otras especies de murciélagos, que no participan en el ciclo de la trasmisión de la rabia de origen silvestre, pues estos son benéficos para el medio ambiente. (Lea: Vacunar contra la rabia bovina no es una opción sino un deber)