De acuerdo con varios expertos, el consumidor colombiano necesita conocer el costo de cada tipo de cárnico que se encuentra en el mercado. La superficie en la que se adquiere y las caracterizas del producto, son las encargadas de dar el precio.
Normalmente, como consumidores sabemos lo que nos cuesta un litro de leche, el valor de los productos de aseo, el costo de los cereales, entre otros; sin embargo pocos se detienen a pensar en el precio justo que debrían cobrarnos por los diferentes cortes de carne que se encuentran en el mercado.
De acuerdo con Ignacio Amador Gómez, máster en tecnología de carnes y subgerente de Cadenas Productivas de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán-FNG, la diferenciación de costo entre corte y corte depende de la distribución que hacen los expendedores.
“Esto es un tema de calidad, realmente. La proporción que se obtiene de cortes delanteros y traseros. En la práctica lo que se hace es que los cortes finos, que son el lomo y el lomito, tienen un precio mayor, comparados con los del tren delantero que son menos demandados y que tienen otros usos, por lo que valen menos”, sostuvo Amador Gómez.
Por esta razón, en CONtexto Ganadero realizamos un sondeo con expertos en el tema cárnico para conocer cuál es el precio que el consumidor debe pagar por cada corte de res. (Lea: Cuando comprar carne se convierte en todo un arte)
Precios altos en almacenes de cadena
La diferenciación de precio en almacenes de cadena se da por el uso culinario que tiene cada corte cárnico. En muchas ocasiones, es más económico comprar un tajo específico de carne en un expendido de barrio, que en un establecimiento de grandes superficies. (Lea: En 2013, Fedegán le apuesta al crecimiento del consumo per cápita de carne)
“Por ejemplo, los corte que van a parrilla o al horno, tienen un valor más alto de adquisición porque son más tiernos. Por el contrario, los cortes que necesitan picado, molido, estofado o cocción en líquido tienen un precio más bajo de venta”, explicó el subgerente de Cadenas Productivas de Fedegán.
Andrés Torres, encargado de comprar los alimentos para un restaurante, aseveró que los cortes más utilizados, por la demanda que se tiene diariamente, son el centro de cadera y la milanesa de res.
“De igual forma, es necesario tener cortes como punta de anca, churrasco, paleta o lomo que, aunque son un poco más costosos, también son solicitados por nuestros comensales”, añadió Torres. (Lea: Fedegán lanza campaña para promover el consumo de carne y leche en todo el territorio nacional)
De acuerdo con un estudio realizado por el Centro Nacional de Consultoría, contratado por Fedegán, se desveló que el consumo de carne por parte de los hogares colombianos está entre el 75 % y el 80 % del consumo total, mientras que el institucional está bordeando el 15 %.
“Los hogares colombianos compran la carne en supermercados, carnicerías y canales tradicionales de distribución. Asimismo, las preferencias en lugar de compra, así como en frecuencia y productos demandados, tienen diferencias importantes según cada estrato social”, arrojó el estudio del gremio bovino.
Para tener en cuenta
Todo corte de carne debe tener unas características y unos atributos que demuestren su salubridad y trazabilidad.De esto también depende el costo de cada corte.
Una de las recomendaciones es que si su corte está considerablemente por debajo del precio estándar, identifique el lugar de procedencia. (Lea: Así se encuentra el panorama mundial del consumo de carne)
Desconfíe de carne a bajos precios. Si bien es cierto todos buscamos la economía, usted debe tener en cuenta que difícilmente carne de primera se puede adquirir sin pagar un precio justo por ella.
Trate de validar siempre las condiciones de transporte, higiene, comercialización y presentación que tiene el producto que va a consumir y que piensa ofrecer a su familia, de ello dependerá en gran parte su salud.