Los sistemas silvopastoriles con árboles maderables y pasturas mejoradas en manejo rotacional mantienen los mismos principios y parte de los componentes de los SSPi, pues buscan beneficios similares aunque en menor proporción.
Acorde con lo explicado por Ganadería Colombiana Sostenible en el Manual 1 ‘Establecimiento y manejo de sistemas silvopastoriles’, este es un modelo intermedio y complementario al SSPi, en el que se promueve en una primera etapa la plantación de árboles maderable en franjas y el establecimiento de pastos mejorados. (Lea: Árboles maderables, opción viable y rentable para la ganadería)
En una segunda etapa de este modelo se presenta la siembra de arbustos forrajeros en las fincas donde se logre avanzar con exigencias administrativas. Por lo tanto, frente a las plantaciones forestales puras y al pastoreo sin árboles este sistema tiene muchas ventajas, entre las que se destacan:
- Integrar dos actividades que permitan un aumento patrimonial a largo plago y la disponibilidad de capital circulante, pues los arboles constituyen la caja de ahorro y los animales la caja menor.
- Permite un rápido flujo de caja desde el primer o segundo año de establecimiento, que lo hace aceptable por parte de pequeños y medianos productores skin capital financiero. - Mitiga los cambios bruscos de sequía y lluvias que serán más frecuentes por el cambio climático.
- El incremento del diámetro promedio de los árboles sembrados en menor cantidad permite reducir el turno de corte y acrecentar el valor final de la producción al aumentar la cantidad de madera con destino a laminado o aserrío grueso, así como disminuir la madera destinada a aserrío fino o celulosa.
- La alta flexibilidad que presentan estos sistemas generan infinitos modelos de producción definidos por los precios relativos, la distancia a la industria, la disponibilidad de capital financiero y mano de obra, la calidad de los suelos y la escala productiva. (Lea: 13 árboles maderables y frutales para sistemas silvopastoriles)
- En regiones con meses sin lluvia se minimiza el riesgo forestal que en muy poco tiempo pueden arrasar inversiones de años, pues la presencia del ganado y el pastoreo evitan estas situaciones. - Los árboles reducen los daños ocasiones por los artrópodos chupadores de las praderas, disminuyendo a la vez los costos de controles químicos e integrados de plagas.
Al comparar este modelo con los Sistemas Silvopastoriles Intensivos para trópico bajo y climas medios se puede concluir que las cargas animales esperadas y la producción de carne y leche no son tan altas como en el SSPi. Además la producción por unidad de superficie buscada es mayor que los sistemas convencionales de pastoreo extensivo, pero inferior a SSPi.
En este sistema se hace necesaria la renovación de praderas por lo menos a mitad del ciclo productivo forestal. En casos puntuales de comparación de estos dos modelos, el nivel de exigencia administrativa y empresarial es menor que en los SSPi y las plantaciones forestales homogéneas.
Este modelo se debe complementar con el establecimiento de una hectárea de banco forrajero mixto por cada 20 ha de SSP. Esto como estrategia de suplementación en épocas criticas de oferta de forraje. (Lea: Pastoreo rotacional, clave para optimizar la actividad ganadera)
El banco forrajero mixto debe estar compuesto por 25% de forrajes energéticos y 75% de forrajes proteicos ya sea para ensilar, conservar y suministrarlo en épocas de temporada de verano o invierno prolongado.
Fuente: Manual 1 ‘Establecimiento y manejo de sistemas silvopastoriles’