Las cercas vivas son arreglos silvopastoriles que no solo generan rentabilidad en la explotación ganadera, sino que también ayuda a la mejora del medio ambiente. Conozca cómo debe ser el manejo de estas.

Los cercados son un método para dividir espacios o definir linderos en un predio. Tradicionalmente esta delimitación de espacios se elabora con el empleo de postes de cementos o de madera, pero las transformaciones productivas y sostenibles han ideado las cercas vivas para reemplazar esas columnas muertas por la siembra de árboles, arbustos o palmas en hileras. (Lea: ¿Conoce usted los beneficios ecológicos de las cercas vivas?)

Una vez establecidas estas cercas vivas, el productor debe cuidar su inversión no solo para que le genere grandes beneficios económicos, sino también para que este modelo sostenible le ayude a mejorar el ambiente dentro de su explotación.

De acuerdo a Ganadería Colombiana Sostenible, “con el manejo de las cercas vivas se debe busca maximizar los beneficios para la finca como madera, postes, leña, frutos, etc, de tal forma que existan recursos alimenticios para la conservación de la biodiversidad”.

Para su manejo, es vital que realicen dos tipos de acciones que garantizarán el éxito y desarrollo de las cercas vivas:

Poda

En esta se deben eliminar las ramas de las copas de los árboles, por lo que la primera poda luego del establecimiento debe realizarse a los dos años.

Este proceso puede ser parcial o total. La primera hace referencia al momento cuando se eliminan algunas ramas enfermas como estacones, mientras que la segunda se relaciona a la eliminación completa de la copa del árbol. (Lea: 5 factores por los que una ganadería debe usar cercas vivas)

Para esta práctica, es importante que se tenga en cuenta la fase de la luna, pues acorde a expertos de Ganadería Colombiana Sostenible, el momento más oportuno es el cuarto menguante, porque se cree que hay menos daño a los árboles por los cortes y un mayor prendimiento de las estacas.

Para llevar a cabo este proceso de deben utilizar herramientas apropiadas y con buen filo, evitando causar desagarres o daños en la corteza del árbol.

Raleo

Esta práctica permite el aprovechamiento o eliminación de árboles al momento en que sus copas se juntan. Por lo tanto, es poco común en cercas vivas, pues generalmente las especies maderables o frutales son sembradas a una distancia entre 6 y 8cm.

La protección por medio de una cerca muerta paralela a la cerca viva también cuida la regeneración natural que ocurre en el espacio, lo cual significa que, al aislar esa área, se pueden seleccionar otras especies de vital importancia para la explotación ganadera.

Para potencializar las funciones ecológicas de las cercas vivas es importante consideras algunas herramientas de manejo como las siguientes:

• Aplicar la poda parcial en las cercas para mantener una estructura que mantenga las funciones de conectividad y disponibilidad de recursos para la biodiversidad.  

• En cercas vivas con funciones para producción de forraje, alternar los árboles para este fin dentro de la cerca.  

• Implementar cercas vivas multiestratos, pues se presentan diversidad de especies y usos de los árboles, ofreciendo así una variedad de productos para el autoconsumo y hasta para la venta. Además, son más adecuadas para los animales silvestres porque constituyen un puente o corredor para su desplazamiento de un lugar a otro en la finca.  

• La combinación de cercas vivas simples con multiestratos ayudan a reducir la competencia con el pasto y a generar ingresos adicionales. (Lea: Las cercas vivas también generan ingresos)  

Fuente: Cartilla Cercas Vivas de Ganadería Colombiana Sostenible.