Las cercas vivas son estructuras lineales, para dividir lotes o para demarcar el perímetro de la finca, en las que se utilizan arboles o arbustos como soporte. En CONtexto ganadero, le explicamos acerca el establecimiento de las cercas vivas.
El sistema más utilizado para el establecimiento de cercas vivas se basa en la capacidad que tienen muchos árboles de reproducirse y crecer a partir de ramas, estacas, cuando se entierran parcialmente. (Lea: Las cercas vivas también generan ingresos)
Para facilitar el proceso se deben consideras los siguientes aspectos:
Utilizar estacas o postes largos, preferiblemente de 2,8 a 3 metros de longitud. Se deben preferir estacas largas para que el ganado no se puede comer los primeros rebrotes, al menos los de la parte alta. Plantar estacas cortas es uno de los errores más comunes en el establecimientos de las cercas vivas, por lo tano estas se entierran en un segmento de 30 a 50 centímetros.
La mayor parte de las especies que se pueden plantar por medio de estacas tienen una mejor sobrevivencia con estacas que tengan al menos 5 centímetros de diámetro. Sin embargo, con algunas especies, como el guayacán, se observa y un buen rebrote inclusive con estacas más delgadas.
Cuando ya existe una cerca muerta y se desea transformar en cerca viva, lo mejor es establecer la nueva estaca en estrecho contacto con el poste muerto. Este le servirá de apoyo y le dará protección al poste vivo, es decir, impedirá que el ganado se coma al menos parte de la corteza de la nueva estaca. (Lea: 5 factores por los que una ganadería debe usar cercas vivas)
Las cercas viven también se pueden establecer por medio de plántulas. Esta tarea es un poco más complicada y más costosa pues en la mayor parte de los casos, los árboles necesitan protección (corrales, encierros, cerca eléctrica) para que el ganado no se los coma el ganado o los pisotee.
Esta protección debe durar alrededor de dos a tres años hasta que los árboles logren una altura de aproximadamente de tres a cuatro metros. Se observan, sin embargo, algunas especies de árboles que aunque estén de poco tamaño, el ganado no se los come, tales como el guayacán, los guayabos, el doncel, por lo tanto demandan poca protección.
Los guayacanes son un buen ejemplo de aquellos árboles que se pueden plantar y desarrollar en las cercas sin mucha dificultad. Tiene una serie importante de ventajas para su utilización en cercas vivas como que ganado generalmente no los daña, además se puede establecer por estacas gruesas y delgadas.
Finalmente, se pueden arrancar árboles de los lugares en los cuales hay abundancia y trasplantarlos a la cerca, por lo cual la mayor parte de ellos sobrevivirán. (Lea: Cercas vivas aportan múltiples beneficios a la ganadería)
Fuente: Sistemas silvopastoriles. Aspectos teóricos y prácticos del CIPAV.