Con base en un artículo elaborado por médicos veterinarios en Colombia, CONtexto ganadero hace un resumen de estos mecanismos, entre los cuales se encuentran la inactivación del fármaco, bombas de eflujo o modificación del sitio blanco. Aprenda de qué se trata cada uno.
Los MV Darío Martínez y Giovanni Moreno, de la Fundación Universitaria Juan de Castellanos, y Anastasia Carrillo, de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, son autores del texto “Resistencia de las bacterias causantes de mastitis bovina frente a los antimicrobianos más frecuentes”.
En este artículo, explicaron que el desarrollo de la resistencia es inevitable, pues hace parte del proceso evolutivo y adaptativo de los microorganismos que irá aumentando con el paso del tiempo. (Lea: ¿Qué tipo de reacciones podrían ocasionar los residuos de fármacos en leche?)
Los expertos indicaron que la resistencia se ha clasificado en dos tipos, según la forma en que la adquiere la bacteria:
- Resistencia natural o intrínseca, donde el microorganismo por sus características estructurales carece de sensibilidad a los medicamentos y se transmite en forma vertical durante la replicación. es propia de cada familia, especie o grupo bacteriano, por lo que no es variable.
- Resistencia adquirida, en la cual la bacteria muta su ADN perdiendo la sensibilidad a los medicamentos. Este tipo de resistencia puede ser transmitida de forma vertical o bien en forma horizontal, en consecuencia es una resistencia variable y es la que conduce al fracaso de los tratamientos farmacológicos.
Durante el proceso de resistencia, las bacterias desarrollan un elemento conocido como integrón, el cual aumenta la eficiencia para captar y difundir genes de resistencia. (Lea: La ganadería extensiva bien aplicada como alternativa en tiempos de la COVID-19)
Los autores señalaron que la adquisición de genes de resistencia por parte de las bacterias ocurre de forma vertical cuando se presenta la replicación celular en el proceso de división de colonias “madre” a bacterias “hijas”.
En cambio, la transmisión horizontal es el otro mecanismo genético por el cual las bacterias captan segmentos de ADN que dejan otras en el ambiente cuando mueren, quedando segmentos de su ADN, y que son integradas por las primera a través de receptores.
También se incluyen los procesos donde los genes de resistencia pasan de una bacteria a otra por conjugación, transducción o transformación, a través de elementos génicos móviles como transposones, bacteriófagos o plásmidos.
La conjugación ocurre de célula a célula: la que contiene un plásmido de resistencia actúa como donante, con la intervención de un elemento de naturaleza proteica llamado pili sexual, ocurre el apareamiento entre ambas para la formación de un puente de conjugación, para el “apareamiento” entre ambas células.
En la transducción, el ADN cromosómico o plasmídico (de plasma) se incorpora a su ADN viral, que luego se integra a genes de otra bacteria, cumpliéndose con esto las trasmisiones de la información genética de resistencia.
Por último, la transformación significa que un fragmento de ADN entra a una bacteria receptora ocurriendo la recombinación genética y la incorporación de información de resistencia. (Lea: El abuso de antibióticos en la producción animal y sus consecuencias en los humanos)
“La trasmisión de genes de resistencia en forma horizontal incrementan notablemente la incidencia de resistencia a nivel mundial y depende en buena parte de la capacidad de los patógenos de persistir en diferentes entornos y particularmente en superficies inertes, así como en organismos vivos”, concluyeron.