Mediante la extracción de material genético y el análisis de muestras de sangre del ganado bovino criollo Blanco Orejinegro (BON), se determinó que esta raza está creciendo más rápido, que es más eficiente reproductivamente, y que tiene bajos niveles de endogamia.
Así lo establecieron investigadores de la Universidad Nacional de Colombia y de la Universidad Tecnológica de Pereira en un estudio financiado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación. quienes durante dos años evaluaron las características de crecimiento de este ganado y los efectos ambientales responsables de su variación.
Para ello, los investigadores trabajaron de manera conjunta con 14 ganaderos integrantes de la Asociación Nacional de Criadores de Razas Criollas y Colombianas (Asocriollos), quienes les ofrecieron información sobre características de crecimiento y reproductivas y sobre los factores ambientales que más influyen en el desempeño de los bovinos, como el año, el mes y la época de nacimiento o el pesaje, el sexo, la edad de la madre y el hato, según informa la Agencia de Noticias de la Universidad Nacional.
El BON es conocido por su pelaje de color blanco, orejas negras, y piel y morro altamente pigmentados. Su importancia económica radica en su rusticidad, habilidad para reproducirse, longevidad, y por ser un animal con potencial para el trabajo y la producción sostenible de carne y leche. Sin embargo estos factores redujeron tanto el número de individuos, que incluso la raza llegó a estar en peligro de extinción. (Lea: Ganado Blanco Orejinegro, alternativa para afrontar el cambio climático)
Según la FAO, en 2018 se registraron 2.003 animales puros, debido a la preferencia por el uso de razas foráneas que poseen características productivas superiores, especialmente las relacionadas con el crecimiento, pero inferiores en cuanto a características reproductivas de rusticidad y resistencia a enfermedades.
La genómica de la raza
Los investigadores estudiaron la parte genómica. “Extrajimos ADN y determinamos entre 50.000 y 100.000 variantes génicas para cada animal, de ahí entendimos la diversidad genética existente, e intentamos identificar genes asociados con el crecimiento, con el fin de aportar al programa de mejoramiento genético”, señaló el docente Juan Carlos Rincón Flórez, del Departamento de Ciencia Animal de la UNAL.
Además analizaron la parte sanitaria tomando muestras de sangre de los animales y evaluaron algunas enfermedades asociadas con la producción, entre ellas la leucosis enzoótica bovina (LEB), enfermedad viral que afecta especialmente al ganado lechero adulto, desarrollando tumores malignos en el tejido linfático, así como la diarrea viral bovina, que causa trastornos respiratorios, diarrea, abortos, infertilidad, inmunosupresión, caída brusca en la producción de leche y muertes súbitas; y, la neosporosis, que causa abortos.
Igualmente se trabajó con variables de crecimiento como el peso tanto al nacer como al destete y al año, las ganancias de peso y el tiempo para alcanzar el 60 % del peso; y, variables reproductivas como intervalos entre partos, números de partos máximos en algunas fincas y número de partos que alcanzaba a tener una vaca en su vida. (Lea: Blanco Orejinegro, genética para la conservación)
Lo que se encontró
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El estudio arrojó que la raza BON posee potencial productivo para carne, por lo que es una alternativa importante para producir proteína de origen animal en condiciones del trópico colombiano.
Además, se encontró que dentro de la raza existe variabilidad fenotípica para las diferentes características según los factores ambientales estudiados, ya que esta se da en el crecimiento según los grupos contemporáneos que existen, y a las épocas en que nacen los individuos BON, además de la variabilidad genética para los programas de mejoramiento y de selección.
En los bovinos se presentó baja seropositividad y se supo que les afecta más la neosporosis y la leucosis bovina. Esta última infecta al animal para siempre, y cuando las prevalencias son altas no se pueden sacrificar los animales. En este sentido, los investigadores recomiendan hacer control epidemiológico.