La hipocalcemia es un trastorno metabólico complejo que sufren los bovinos que se produce cuando un semoviente no tiene la capacidad de equilibrar la demanda de calcio que pierde por la producción de leche.

Hipocalcemia o también conocida como fiebre de leche o paresia puerperal es una enfermedad que sufren los bovinos cuando tienen deficiencias en los niveles de calcio en la sangre. Su presentación en el hato puede generar importantes pérdidas económicas que afectan directamente el bolsillo del productor porque es susceptible a la aparición de otras molestias para el bovino (Lea: 5 recomendaciones para prevenir y tratar la hipocalcemia)

Nelson Moreno, médico veterinario zootecnista y actual coordinador técnico ganadería en MSD Colombia, indica que las pérdidas que genera esta enfermedad están ligadas a la presentación de otras complicaciones en las vacas.

“En las hembras con hipocalcemia clínica al parto existe la probabilidad de sufrir grandes consecuencias como que la vaca puede tener un 7.2 más de probabilidad de sufrir de distocia, así como que es susceptible 5.7 veces más de padecer retención de placenta”, describe Moreno.

Además, la probabilidad de riesgo de presentación de cetosis está aproximadamente a 5.5 más de un animal sano, y unas 5.4 más que después que la vaca caiga por hipocalcemia pueda padecer de mastitis clínica.

En palabras del experto, “seguimos contando las pérdidas y hay 3.7 veces más probabilidad de sufrir de desplazamiento de abomaso después de la hipocalcemia. No olvidando que hay 3.1 veces más de padecer prolapso uterino”, detalla Moreno. (Lea: ¿Qué tan seguro está de que sus vacas no están afectadas por la hipocalcemia?)

Todo esto se une y genera que haya una caída del 5 a 10% en los niveles de la producción de leche de lactancia, lo que se convierte en una pérdida irremplazable para el ganadero que basa su negocio en la producción de leche.

De acuerdo a Moreno, “solo hablando de una mastitis clínica hoy en día los datos muestran que hay pérdidas entre $350.000 a 600.000, lo que demuestra que el bolsillo de nuestros ganaderos está afectado”, menciona.

Para el experto, esta enfermedad que es generada por la falta de calcio, ocasiona que el animal se caiga, porque la función del calcio es la contracción muscular, lo que quiere decir que el bovino no es capaz de avanzar y moverse. 

“En el momento del parto, si no se logra hacer esa contracción en el útero por la baja de calcio o porque no hay una regulación en musculatura, el animal va a sufrir de una distocia, que es una consecuencia grave para el hato”, comenta Moreno. 

Finalmente, el experto Moreno concluye que las pérdidas económicas no son tangibles porque no hay una determinada cifra, pero que se logran manifestar en las enfermedades que se derivan de esta debido a que ocasionan que se invierta dinero en tratamientos, situación que perjudica directamente el presupuesto del dueño de la explotación ganadera. (Lea: 5 recomendaciones para prevenir y tratar la hipocalcemia)