Investigadores en Escocia vienen trabajando en nuevas técnicas que, apoyadas en un software de monitoreo de procesos productivos, buscan aportar mayor cantidad de nutrientes a la alimentación de corderos y ovejas.
La harina de soja ha sido el nutriente tradicionalmente utilizado para reforzar las dietas de las ovejas en todo el mundo. Pero la búsqueda de nuevas opciones y de un mejor rendimiento en las ganaderías ovinas la ha llevado a que actualmente solo represente el 0,02% de la producción global.
Por esto, científicos enfocados en temas agrícolas de la Universidad Rural de Escocia, vienen estudiando a través de sistemas de monitoreo, el comportamiento de los animales para identificar si la harina de colza, triturados de maiz, habas, guisantes y granos de destilería de trigo, pueden ser utilizados como sustitutos de la harina tradicional (soja) en la dieta de las ovejas sin afectar su rendimiento. (Lea: Prodcutores ovinos de Oceanía quieren llegar al mercado latino)
Este proyecto, financiado por Eblex, una organización encargada del control y administración de la industria ganadera en Reino Unido, busca además actualizar las recomendaciones nutricionales utilizadas para la formulación de la alimentación para ovejas, que se definieron en la década de 1970 en ese territorio y otros países de Europa continental.
''Lo que buscamos es que la industria ovina de Gran Bretaña haga un aporte importante a la ganadería del mundo, por lo cual continuamente buscamos mecanismos para reducir la dependencia de alimentos importados para que en cada país mejore la sostenibilidad del sector”, le dijo Kim Matthews, jefe de investigación y desarrollo de Eblex al portal InfoCarne.
A lo largo de la investigación, se ha realizando una revisión del uso de las fuentes de proteínas de producción propia y las tecnologías de protección de nuevas proteínas. Para esto, se alimentan grupos de ovejas preñadas con diferentes dietas, con la intención de obtener información para proporcionar proteínas sostenibles y de alta calidad. Los resultados provenientes del software también incluyen datos de rendimiento del cordero para indicar si la dieta durante el embarazo afecta a las tasas de crecimiento posteriores. (Lea: Razas ovinas contarán con centros especializados en Colombia)
''Ayudar a la carne de vacuno Inglés y a los ganaderos de ovino a reducir su huella de carbono y mitigar el impacto del cambio climático también es un elemento clave de nuestro trabajo de investigación y desarrollo'', concluyó Matthews, de Eblex.
Colombia, en el camino de la exploración
El posicionamiento y la importancia que ha venido adquiriendo la ganadería ovina en nuestro país ha hecho que cada vez se exploren nuevos alternativas de suplementación en las dietas y también se repliquen modelos de otras ganaderías.
“Mucho de lo que se hace con bovinos lo aplicamos al ovino, en especial, en el tema de silvopastoreo y leguminosas, pero como esta actividad se fundamenta en el volumen de los ejemplares para ser rentable, complementamos con dietas basadas en triturados de maíz y concentrados”, explica Maximiliano Ambrosio, vicepresidente ejecutivo de la Asociación de Criadores de Ganado Ovino en Colombia.
En Colombia, a pesar de que falta el agregado tecnológico, también se vienen adelantando investigaciones de tipo académico y los estudiantes de ciencias agropecuarias se preocupan cada vez más por llevar a cabo tesis de grado enfocadas en ovinos. Asimismo, Asoovinos ha traído zootecnistas de Brasil y EE.UU. para consolidar la producción y las empresas distribuidoras de concentrados ven en los ovinos un mercado potencial interesante. (Reportaje: La ganadería ovina vive su mejor momento en Colombia)
“Además de los bancos de proteínas, el silvopastoreo y la leucaena, en algunas granjas se practica el ‘secuestro de corral en corderos’ para regular el alimento que recibe el animal tanto de la madre como en cuanto a concentrados para lograr un seguimiento más concreto en ganaderías de 80, 100 o más animales”, puntualiza Ambrosio de Asoovinos.