Utilizar cultivos que requieran menor cantidad de agua, recoger el líquido en reservorios para usarlo en el riego y dar de beber a los animales y almacenar el que cae de los techos de las edificaciones, son formas oportunas de ahorrar agua. Ricardo Botero, Zootecnista M.Sc (Q.E.P.D.) en uno de sus innumerables artículos habló sobre la economía del agua y la sostenibilidad de la misma en la producción ganadera, y ahora que llegaron las lluvias, es prudente acoger su sabiduría en esta materia. (Lea: Carta Fedegán 113) Dijo que el agua dulce es un recurso natural limitado y que en la medida en que seamos racionales en su utilización para riego o para uso doméstico, alcanzará por más tiempo y se economizará energía para su transporte. Sugirió que se pueden implementar 3 acciones encaminadas todas al ahorro del agua en la unidad productiva ganadera que son las siguientes: Utilizar cultivos de menores requerimientos hídricos En el sur de Argentina, están fomentando el cultivo del sorgo, que tiene un valor nutritivo similar al maíz, pero requiere unos 200 milímetros menos de agua por cosecha, equivalentes a 2.000 metros cúbicos por hectárea por cosecha. (Lea: Gestionar la demanda del agua propone la FAO) Almacenar el agua lluvia El agua lluvia excedente o de escorrentía, se puede almacenar en reservorios, que entre otros beneficios retiene los sedimentos erosionados. Esta agua se puede utilizar principalmente para bebida del ganado o para riego. También es recomendable recogerla en albercas o tanques al momento de caer sobre el techo de las edificaciones y usarla en las labores domésticas. Con un techo de 100 metros cuadrados de área, es posible almacenar hasta 100 metros cúbicos de agua por año en una zona de 1.000 milímetros de precipitación por año. Ahorro en uso doméstico Botero recomendó igualmente utilizar sanitarios de menor consumo, llaves ahorradoras de agua y cerrar los grifos mientras no se requiera el mencionado líquido. (Lea: 14 opciones para tener agua en fincas ganaderas)