El éxito de la productividad ganadera de especies bovinas se fundamenta en algunos pilares esenciales. Uno de estos es la selección del tipo de alimentos necesario para la nutrición de los ganado, que requiere una calidad determinada.
Es fundamental que los productores cuenten con suficientes recursos alimenticios de alta calidad por unidad animal para garantizar el desarrollo saludable y óptimo rendimiento de su ganado.
Basado en este concepto, existen dos fuentes comunes de forraje, el heno y el rastrojo, cada uno con características únicas que afectan su calidad y su impacto en la dieta de los bovinos. Según Miguel Sánchez Flores, médico veterinario, es importante entender que el heno y el rastrojo no es lo mismo.
“Muchas personas piensan que el heno es lo mismo que el rastrojo. Hay que tener claro que los dos son forrajes secos, pero no son lo mismo. En principio se podría decir que el heno es el forraje de primera calidad y el rastrojo es el forraje de tercera”, asegura Sánchez Flores.
De acuerdo con el profesional, el heno es un forraje que se corta cuando han alcanzado su madurez, es decir, antes que la semilla se desarrolle completamente. “Esto se hace para que la planta tenga un muy buen rendimiento, en pocas palabras, para que nos de muchos kilos por hectárea, pero también para que no pierda su composición nutricional”.
Por su parte, el rastrojo son los tallos y hojas secas que quedan en el campo después que se cosechan algunas especies vegetativas.
“Aunque el rastrojo contiene fibra, que también es importante para el ganado, el valor nutricional es muy bajo en comparación del heno”, menciona Sánchez Flores. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Qué gramíneas son buenas para elaborar heno?)
El heno es generalmente más rico en nutrientes debido a su proceso de cosecha. Esto preserva una mayor proporción de nutrientes, como proteínas, carbohidratos y minerales, en comparación con el rastrojo. Este último es el residuo de los cultivos después de la cosecha y tiende a ser más fibroso y menos nutritivo.
“Un rastrojo nos va a servir de relleno para el ganado, mientras que un heno nos sirve para nutrir a los animales”.
Es fundamental mencionar que el heno suele tener mayor digestibilidad que el rastrojo debido a su menor contenido de fibra y lignina, así como a su proceso de secado, que reduce la humedad y facilita la descomposición de los nutrientes por parte del ganado. En contraste, el rastrojo tiende a ser más fibroso y menos digestible, lo que puede limitar su valor nutricional para los bovinos.
Además, el experto sostiene que el heno suele tener mayor contenido de energía metabolizable que el rastrojo, lo que lo convierte en una opción más nutritiva para los bovinos, especialmente durante los periodos de alta demanda energética, como la lactancia o el crecimiento.
El rastrojo, aunque puede ser una fuente importante de fibra, proporciona menos energía y puede requerir suplementación adicional para satisfacer las necesidades del ganado.
Finalmente, es importante tener en cuenta el costo y disponibilidad. El heno, al ser un producto procesado y almacenado, tiende a ser más costoso que el rastrojo, que es un subproducto de la agricultura y puede estar disponible a un costo menor o incluso de forma gratuita para los productores de cultivos. (Lea en CONtexto ganadero: Rastrojo de piña se puede ensilar para alimentar al ganado)