Si el productor está pensando en los planes a futuro, tal vez sea el momento de hacerlo realidad. Por lo general, se comienza cuando alcanza las metas o cuando se logra el número de animales que se desea, señala Jaime Elizondo, en su canal de Youtube llamado Real Wealth Ranching
De acuerdo con Elizondo, si aún no se tiene 300-400 vacas, “desde ahorita trabajo como si mi rebaño ya tuviera ese tamaño y disminuyo mi carga de trabajo mientras tanto. Por lo tanto, es importante planificar con anticipación y considerar alternativas para que cuando llegue el momento, ya se tenga la respuesta y la experiencia para hacerlo posible”. (Lea: Carga Animal, una herramienta de planeación para evitar pérdidas)
Las fortalezas y debilidades que hay en cada finca, son claves para saber cómo llevar a cabo las acciones, generando que sea una herramienta base para lograr una meta.
Por ejemplo, el profesional dice que, si la meta de cada productor es tener 400 terneros para trabajar en un día “y no tenemos el lujo de contar con 15 vaqueros para ayudar, se necesita planificar con anticipación y comenzar a capacitar al personal para que cuando llegue el momento, y se tenga los 400 terneros, se llegue a ser adecuados”.
Para nadie es un secreto que la ganadería es un negocio de escala, en el que se puede duplicar y triplicar la cantidad de animales aplicando correctamente los programas que garantizan las condiciones de manejo, sanidad y bienestar para los bovinos.
Por lo tanto, “debemos considerar esto cuando organicemos nuestras prácticas y la razón que hay detrás de cada una de estas”, dice el experto.
En este orden de ideas, Elizondo menciona que para pensar en el futuro y organizarse, el productor debe buscar la forma de mantener las condiciones del suelo, dado que es un elemento clave para el éxito del negocio.
En palabras de Elizondo, “los fertilizantes sintéticos matan la vida del suelo y hacen que el suelo dependa de estos, por lo que es aconsejable reducir gradualmente su uso hasta llegar al punto en que se elimine por completo de la operación en la finca”.
Estas son acciones que deben no solo pensarse, sino trabajarse, organizarse y manejarse desde el inicio de la idea de la labor en el campo con miras a tener un futuro prometedor.
Una vez se analice qué se debe hacer, el experto menciona que hay que considerar si es necesario llevarlo a cabo, ya que muchas veces no es así. Siendo esta la razón por la que hay que buscar una alternativa más fácil y económica por medio de una lluvia de ideas. (Lea: Aplicar la planeación en la finca, es ceñirse a las mediciones diarias)
De acuerdo con Elizondo, hay que “planificar con anticipación y considerar las mejores opciones para administrar, una vez que alcance los objetivos y se comience a administrar como si ya los hubieras alcanzado”.
Todo esto, teniendo claro que no tiene sentido seguir haciendo tareas o tipos de trabajo que serán imposibles de llevar a cabo cuando la finca crezca en tamaño o número de cabezas de ganado.
“Siempre se debe empezar con el objetivo en mente porque como dicen, si no se sabe a dónde se quiere ir, cualquier camino llevará”, agrega el profesional.
Además, hay que diferenciar entre eficiencia y cosas eficientes, pues se puede ser muy eficiente algo que se debe de hacer de otra manera o no se debe de hacer.