En un trabajo elaborado por Zoraida Calle, Enrique Murgueitio Restrepo y Luz Mercedes Botero, se explica que esta especie, conocida científicamente como crescentia cujete, no solo es apreciada por su capacidad para proporcionar alimento al ganado, sino también por su resistencia al fuego, su capacidad de rebrotar y su versatilidad en la producción de utensilios. (Lea en CONtexto ganadero: Cuál es la mejor forma de darle totumo a los bovinos)
El sistema ganadero que incluye el totumo se basa en la conservación y manejo de la sucesión natural en los potreros. Los productores de la región Caribe colombiana suelen conservar los totumos que aparecen de forma espontánea en sus tierras debido a las numerosas ventajas que ofrecen.
Estos árboles son altamente apetecidos por el ganado y toleran bien el ramoneo, lo que permite que se realicen varios cortes al año sin afectar su vitalidad. Además, el totumo produce abundantes frutos y genera poca sombra, lo que favorece el crecimiento del pasto bajo su copa optimizando el uso del terreno.
Uno de los aspectos más destacados del totumo es su resistencia a la sequía, una característica fundamental en una región donde los periodos secos pueden ser prolongados y severos, como lo explican Calle, Murgueitio Restrepo y Botero.
Los productores también valoran su resistencia al fuego, ya que, aunque un árbol pueda perder todas sus hojas y frutos tras un incendio, en poco tiempo rebrotará vigorosamente, recuperando su productividad.
El totumo es reconocido como un complemento proteico esencial para el ganado bovino, así como para ovejas y cabras, especialmente en zonas sujetas a largos períodos de sequía.
Los frutos, una vez caídos al suelo, comienzan a secarse y su pulpa se fermenta, adquiriendo una coloración negra, una consistencia pegajosa, y un sabor dulce que resulta atractivo para los animales.
Los expertos mencionan que existen regiones en las que los productores recolectan los frutos del totumo directamente del árbol o del suelo y los almacenan a la sombra. Después de aproximadamente seis días, cuando los frutos han adquirido una tonalidad oscura, están listos para ser suministrados al ganado.
Este proceso implica romper los frutos con un mazo de madera y extraer la pulpa, evitando que fragmentos de la cáscara se mezclen con el alimento. La administración de estos frutos fermentados ha demostrado ser efectiva, con vacas en producción y sementales que pueden consumir hasta 4.4 kilos de frutos por día.
Esta práctica, particularmente utilizada durante los meses secos, ha demostrado resultados notables, con incrementos en la producción de leche que oscilan entre el 25 y 50% según las observación de algunos productores como lo exponen Calle, Murgueitio Restrepo y Botero. (Lea en CONtexto ganadero: Lo que debe saber del totumo para ganadería)