El descubrimiento del ADN de los bovinos ha generado que se produzca el genoma, la herramienta más poderosa para el progreso de las razas de leche y de carne, siendo esta una herramienta de gestión que permite analizar las características genéticas utilizando la ascendencia de un animal.
Estas pruebas genómicas permiten determinar la distribución de rasgos a futuras generadoras para mejorar la funcionalidad y productividad. Antes de la aparición del genoma se requerían 8 años para probar un toro, siendo esto muy costoso. Hoy en día se necesitan 8 horas para saber si un semental cumple con todos los requerimientos. (Lea: Genómica, un plan para tener hatos más productivos)
Mauricio Reyes Duarte, ganadero, juez y clasificador de razas lecheras indica que “hoy para saber si el ternero mejora leche, grasa, carne solo necesitamos que nazca el ternero para que por medio de pelos en la cola, sangre o cartílago podemos mandarlo a Estados Unidos y saber qué mejorará en nuestra producción”, describe.
El experto asegura que en Colombia desde hace un par de años se ha empezado a enviar las pruebas a Estados Unidos pero que pueden volverse masivas gracias a una alianza que hace una empresa colombiana con un laboratorio americano.
“Les podremos entregar a los ganaderos una prueba genómica de los machos y así saber que lo que están comprando realmente es un animal mejorante para las características productivas y de tipo que nos da una idea de longevidad y funcionalidad”, asegura Reyes Duarte. (Lea: ¿Sabe cómo se aplica la genómica en la ganadería?)
Esta herramienta ha generado que muchas razas prueben su eficacia y potencialidad, por lo que hoy las casas genéticas del mundo hoy compren hembras con los mejores genomas para que a los 10 meses se puedan sacar los primeros suscito para fertilizarlo con semen de los terneros y así tener una nueva generación de toros.
“El genoma ha traído beneficios espectaculares pues por ejemplo, hace 13 años hacia atrás teníamos problemas de genes recesivos que hacían que los animales tuvieran una serie de problemas como las patas de espinas de pescado, pero con el genoma hemos sido capaz de identificarlos y hoy los animales no entran a los centros de inseminación si no son libres a todas las enfermedades recesivas que habían en las razas”, detalla Reyes Duarte.
El experto menciona que hoy se puede analizar qué toros tienen sémenes más fértiles al día de nacido, así como los ejemplares que tendrán hijas más fértiles, así como mayor vida productiva y una serie de factores de salubridad que ayudan a manejar productividad, longevidad y fertilidad.
“Esta herramienta nos está ayudando para saber qué toros se pueden comportar mejor en pastoreo, siendo este un requerimiento para América Latina. El genoma es la gran revolución del mundo y en los últimos 10 años puedo poner como ejemplo que la raza Pardo Suizo progresó más que en los últimos 1.000 años, pues es impresionante la cantidad de cosas que podemos mejorar”, sostiene Reyes Duarte.
Finalmente, este profesional añade que la Brown Swiss Association alienta a los criadores a probar el 25 por ciento superior de sus vacas de dos años en función de las desviaciones de los compañeros de manada para ayudar a identificar futuros mejoradores genéticos de la raza. (Lea: Editando el genoma en especies ganaderas)