Los suelos blandos, como los recubiertos con goma, resultan más beneficiosos para la salud de las pezuñas, como lo reveló un estudio de investigadores de la Universidad de California Davis y la Universidad de Georgia. Conozca estas y otros materiales que puede utilizar en su explotación.
En el estudio, publicado en el Journal of Dairy Science en 2006, se tomaron vacas multíparas entre 10 a 30 días en lactancia y se dividieron en dos grupos, que se alojaron en dos corrales idénticos, uno con el suelo cubierto por una manta de goma y otro con suelo de cemento.
Todas las vacas se evaluaron 3 veces, entre los días 10-30, 74-94, 110-130, para detectar la presencia de lesiones en las pezuñas en las patas traseras, cojera clínica basada en el nivel de locomoción y el crecimiento de la pezuña, observado en la pared dorsal o lateral derecha.
Al inicio de la investigación, no se observaron diferencias entre los animales. Con el paso del tiempo, sin importar del tipo de suelo, la pezuña lateral tenía más probabilidad de desarrollar lesiones que la media. (Lea: ¿Por qué es importante recortarle las pezuñas al bovino?)
En comparación con las que se encontraban en suelo de goma, las vacas en el suelo de cemento desarrollaron más erosiones en las patas, un mayor crecimiento de la pezuña y una mayor proporción de animales requirieron recorte terapéutico de la pezuña por cojera.
El trabajo también examinó los efectos de la rugosidad y el grado de compresibilidad del piso sobre la locomoción de las vacas lecheras. El uso de un piso de caucho blando disminuyó el deslizamiento, el número de zancadas y el tiempo para atravesar el pasillo.
Estos efectos fueron más evidentes en las secciones difíciles del corredor, como al inicio de la rampa, en un giro en ángulo recto y a través de una cuneta. (Lea: Conozca las causas que predisponen a la deformación de las pezuñas)
Cubrir la pasarela con una fina capa de microaglomerado en frío o slurry asfáltico aumentó la frecuencia de resbalones, el número de zancadas y el tiempo necesario para atravesar la pasarela, efectos que no se superaron aumentando la rugosidad.
Los suelos de caucho aportan más fricción y más compresibilidad que el hormigón (o suelo de cemento), lo que puede aumentar la velocidad de locomoción de la vaca y reducir las posibilidades de resbalones.
El estudio concluyó que elevando la tracción de los pisos mediante el uso de pisos de goma más blandos puede tienen ventajas para el bienestar y la eficiencia del movimiento de ganado, aunque los pisos que son demasiado blandos pueden no proporcionar una base segura.
Por su parte, el ingeniero agrónomo Antonio Callejo Ramos señaló que el casco de las pezuñas de las vacas está en un continuo proceso de regeneración y, en condiciones normales, el crecimiento y desgaste se producen a un ritmo similar.
Pero, cuando las vacas son alojadas sobre suelos de hormigón cambia la forma de los cascos. El crecimiento se acelera por la carga soportada sobre una superficie dura que induce un mayor desgaste y a malformaciones en las pezuñas, más propensas a lesiones mecánicas y penetración de agentes infecciosos.
Más aún, la carga total y presiones ejercidas sobre las pezuñas cuando las vacas caminan es el doble que cuando permanecen quietas. (Lea: Evite las pérdidas económicas que causan los trastornos podales)
Cando la vaca permanece sobre un suelo duro, hay una mayor transferencia de peso en las pezuñas posteriores externas, que son ligeramente más grandes que las internas. La irritación provocada por esta sobrecarga hace que se produzca aún más casco, lo que origina que la mayor parte de las cojeras se desarrollen sobre estas pezuñas.
Dependiendo de su formulación y de sus acabados, el efecto es distinto. El suelo de cemento nuevo es más abrasivo que el viejo, y si está húmedo es un 83% más abrasivo que cuando está seco. Cuando el suelo está húmedo, a la abrasión y desgaste de la pezuña se le une el reblandecimiento y aumento consiguiente de su desgaste.
El manejo ineficiente del ganado también puede causar defectos en cascos, pues la aglomeración de animales e intranquilidad de estos provoca giros bruscos de las pezuñas sobre el suelo. El diseño de las instalaciones debe facilitar el movimiento de las vacas y evitar que experimenten fuerzas de rotación excesivas en sus pezuñas.
Con los suelos de goma, indicó que la pezuña presenta menor desgaste y mayor crecimiento de la pezuña por el reblandecimiento del casco, pero cuando una pezuña se lesiona sobre un suelo de goma tarda más en curarse. Sobre los suelos de goma, concluyó que mejoran el estado sanitario de las pezuñas.