El invierno representa un reto considerable para los ganaderos, especialmente en áreas donde las lluvias intensas, la alta humedad y las bajas temperaturas afectan directamente la salud y el bienestar de los bovinos. (Lea en CONtexto ganadero: Qué es la lluvia efectiva y cuál es la ideal para el crecimiento de los pastos)
Estos factores climáticos no solo impactan la productividad de la ganadería, sino que también aumentan el riesgo de enfermedades y complicaciones sanitarias que pueden comprometer la salud y condición del rebaño.
Enrique Rimbaud, médico veterinario especialista en sanidad, explica que “la humedad que hay en el ambiente es ideal para la proliferación de los parásitos gastrointestinales”.
Además, Rimbaud expone el problema creciente de las garrapatas, pues “los productores que están bañando a sus animales enfrentan dificultades porque la lluvia diluye los tratamientos, lo que permite que las garrapatas sobrevivan y se reproduzcan rápidamente”.
La combinación de humedad y bajas temperaturas también incrementa las enfermedades respiratorias, especialmente en animales jóvenes o con sistemas inmunitarios debilitados.
“Es fundamental mantener a los animales fuertes mediante una buena alimentación, ya que un animal en óptimas condiciones corporales tendrá menos problemas de salud”, menciona Rimbaud.
El invierno también puede causar estragos en los cultivos debido al exceso de agua, lo que afecta la disponibilidad de pastos. Por esto, los ganaderos deben planificar la preparación de ensilaje para el verano, que suele seguir al invierno.
En palabras de Rimbaud, “el verano se acerca rápidamente y las lluvias persistentes, junto con la formación de huracanes y desastres naturales, hacen impredecible lo que ocurrirá. Actualmente, no se pueden manejar adecuadamente las pasturas ni los animales debido al exceso de lodo, lo que podría elevar drásticamente los casos de mastitis”.
Frente a este escenario, la recomendación es que los productores consulten a los profesionales veterinarios para establecer un programa emergente de manejo sanitario adaptado a cada finca.
“Es vital implementar un programa sanitario que incluya desparasitación y, antes de ello, un diagnóstico para conocer el estado de los animales. También es necesario suministrar minerales y asegurar un área limpia para el ordeño”, detalla el experto.
Finalmente, las condiciones climáticas adversas influyen en la reproducción del ganado, ya que los animales presentan dificultades para entrar en celo, lo que afecta la eficiencia reproductiva. (Lea en CONtexto ganadero: Así se elabora un plan sanitario para fincas ganaderas)