Existen muchas regiones en el país en las que hay condiciones bimodales de lluvias, en las cuales es muy difícil para el ganadero hacer un manejo adecuado de sus predios, específicamente en la reproductividad de sus animales. Conozca cómo puede manejarlo.
La estación de monta es una época del año escogida para la cubrición de las vacas y novillas. Sus excelentes resultados, la facilidad para implementarla y los ahorros que se obtienen y la rentabilidad que se alcanza son algunas de las razones por la que muchos productores deciden apostarle a la monta estacional, pero la pregunta es, ¿cómo manejarla en regiones bimodales? (Lea: ¿Qué tanto sabe usted de la Monta Estacional (ME)?)
La estación de monta va conforme a las condiciones reales favorables de alimentación, mano de obra y clima de las distintas regiones del país.
Esta tiene como finalidad fijar una época de nacimientos, lactancia y destete de terneros, que trae ventajas sobre todo en cuanto a los aspectos de producción, manejo adecuado, manejo de la mano de obra y comercialización de productos.
Monta estacional en zonas bimodales
Ricardo Efraín Camacho Quiroga, médico veterinario y zootecnista, indica en una charla de Tvgan que “dependiendo de la zona, el productor debe determinar cuál es la mejor temporada si es la de invierno o la época seca. A mí me gustan mucho esas zonas bimodales porque se pueden hacer dos temporadas de monta”.
Esto quiere decir que estas dos estaciones de monta se pueden llevar a cabo durante dos o tres meses, lo cual desencadena que se puedan tener dos temporadas de partos en el año en una misma explotación ganadera.
De acuerdo a Camacho Quiroga, “en las zonas mono modales, que son solamente una temporada de lluvias podemos tener épocas de cuatro meses de partos o inclusive de cinco meses”. (Lea: Monta estacional, herramienta para ganaderos ganadores)
Lo interesante de las regiones bimodales es que se pueden tener dos temporadas de monta y estas, a pesar de tener menor tiempo en sus dos momentos, son más completas porque en su totalidad son más largas.
En palabras de Camacho Quiroga, “puedo tener dos temporadas y cada una de tres meses. Entonces eso me va ayudar muchísimo en la parte reproductiva. Otro de los beneficios de esto es que cuando una vaca o novilla me sale vacía en la primera temporada de monta se me va a la segunda que va a ser unos tres o cuatro meses más adelante”.
Esto quiere decir que para las zonas donde las lluvias son bimodales, los productores tienen una oportunidad única de organizar muy bien la reproductividad y productividad de sus animales y así conseguir un mayor número de partos, teniendo en cuenta que si pierde la posibilidad en la primera, todavía le queda la segunda para hacerlo.