La estacionalidad en los animales es uno de los temas importantes de la reproducción debido a que no manejarla de la mejor manera puede generar consecuencias para la rentabilidad de la explotación ganadera.
Ricardo Efraín Camacho Quiroga, médico veterinario y zootecnista, indica en una charla de Tvgan que manejar la estacionalidad en vacas de primer parto y segundo en el que se demora más es una realidad de la cual los productores han tenido que aprender a convivir, específicamente en algunas razas Bos Indicus que después del primer parto de abren demasiado, por lo cual se tiene que esperar a los animales hasta el destete para volver a ser preñadas. (Lea: “Hay que maximizar el valor económico de cada parto”: Ricardo Campos)
“Lo que debemos hacer es el levante de la novilla, que es algo fundamental. La primera cosa que se debe tener en cuenta es que la novilla pasa cuenta de cobro de un mal destete, entonces si hacemos un destete muy regular y le quitamos la ternera a la vaca y mandamos para el peladero, pues obviamente esa ternera va a sufrir y a tener estrés”, describe Camacho Quiroga.
Esto genera como consecuencia que la novilla se va a atrasar, lo que ocasiona que para que arranque nuevamente se va a demorar un poco más. Contrastando con esto, una novilla bien levantada, en la que se evita que se caiga de peso en el destete será un animal que lo agradecerá en la preñez y en el primer parto.
Además, hay que tener en cuenta que “si estamos hablando que las vacas deben tener las condiciones ideales de 30 días preparto y 60 días posparto para que reinicien su periodo reproductivo, en novillas podríamos hacerlo un poco más estricto de 60 días preparto y 90 días posparto para que tenga las condiciones ideales nutricionales para que puedan arrancar muy fácil”, explica Camacho Quiroga.
A esto hay que sumarle otro factor clave que está enfocado en las novillas que están pariendo en baja condición corporal no podrán ser vueltas a preñar hasta el destete, según el experto.
“Estas tienen que ser novillas que estén pariéndose en las mejores condiciones corporales y que estén pariendo con buena cobertura grasa porque estas hacen un balance energético negativo mucho más fuerte que la vaca, entonces pierde condición corporal de forma mucha más rápida que la vaca”, menciona Camacho Quiroga.
Esto quiere decir que este viene siendo el reto de los productores, razón por la que el académico expresa que es necesario ser más estrictos con los 60 días preparto con buena comida para que así se garantice la condición corporal.
“Además los 90 días posparto para que el balance energético negativo la vaca lo pueda responder mejor a esto o subsanar y así se pueda preñar nuevamente”, expone Camacho Quiroga.
El mismo experto afirma que lo importante es que los productores estén asesorándose con la ayuda de profesionales, para que así tengan claro los periodos y condiciones con las cuales pueden. Tener gestación los animales, específicamente las novillas que pueden llegar a tener unos requerimientos distintos a los de las vacas adultas. (Lea: Los 9 signos externos de una vaca próxima al parto)