La pirotecnia es la fabricación y utilización de fuegos artificiales o materiales explosivos que genera reacciones que producen chispas, llamas y humos. (Lea en CONtexto ganadero: Pólvora y ganadería: entre la tradición y el cuidado animal)

En el marco de las festividades navideñas y de fin de año se utiliza estos explosivos para celebraciones y eventos recreativos, que contienen diferentes cantidades de pólvora. De acuerdo al portal Ética Animal, un petardo normal posee 0.5 gramos de pólvora, un cohete entre 0.5 y 15 gramos de pólvora. Aunque su empleo tiene como objetivo el entretenimiento humano, sus efectos impactan negativamente a los animales.

Uno de los principales efectos de la pirotecnia es el miedo, que puede evolucionar hacia estados de estrés crónico y fobias. Los sonidos fuertes y repentinos generados por los fuegos artificiales provocan reacciones de pánico en muchas especies.

En el caso de los animales doméstico y de granja, como los bovinos, estas explosiones pueden desencadenar huidas descontroladas, abortos y hasta poner en peligro su integridad y vida. Este estrés también tiene efectos en el bienestar y su producción.

Los bovinos no están exentos a esta pirotecnia ya que en el campo también hacen uso de ella, olvidando que puede generar comportamientos erráticos en el ganado, aumento en el riesgo de lesiones por colisiones contra cercas o estructuras en sus intentos por escapar.

En Ética Animal, se explica que el sistema auditivo de los animales es mucho más sensible que el humano. Los fuegos artificiales, que pueden alcanzar hasta 190 decibelios, superan ampliamente el umbral de 75-80 decibelios donde comienzan los daños para el oído humano. En los bovinos, esta explosión puede provocar lesiones auditivas irreversibles, incluyendo pérdida de audición y tinnitus, que es un constante zumbido en los oídos.

En casos extremos, el daño auditivo puede alterar permanentemente comportamiento de los bovinos y su capacidad para detectar peligros, dejándolos más vulnerables en entornos abiertos.

En la fuente mencionada, se afirma que además de los ruidos, la pirotecnia libera partículas químicas nocivas, como el polvo fino, que es respirable y tóxico. En el ganado, la exposición a estas sustancias puede generar enfermedades respiratorias y nuevos problemas de salud.

El contacto cercano con fuegos artificiales también representa un riesgo de quemaduras y daños oculares en los bovinos.

Por eso, en esta época de festividades y fin de año, es fundamental que se proteja a la salud de los humanos y de los animales evitando la manipulación de pirotecnia. La pólvora genera consecuencias devastadoras como quemaduras, laceraciones, contusiones, amputaciones en los humanos y, pérdida irreparables en los animales. (Lea en CONtexto ganadero: Quemar pólvora, práctica que perjudica el bienestar animal)