Basado en el libro Árboles nativos para predios ganaderos. Especies focales del Proyecto Ganadería Colombiana sostenible escrito por Zoraida Calle y Enrique Murgueitio, se explica que, la planificación del predio permite poner en marcha la reconversión productiva y la restauración ecológica de la finca ganadera. (Lea:Con reconversión ganadera se protege el ecosistema y se moldea el paisaje)
Por lo general, este esfuerzo involucra cambios y acciones a lo largo del tiempo como los que se explicarán a continuación:
1.Subdividir los potreros y ajustar las cargas animales y las rotaciones: El objetivo debe ser planificar el pastoreo para tener altas cargas animales en áreas pequeñas durante periodos breves (12 horas hasta 3 días) y con tiempos prolongados de descanso o recuperación (30 a 50 días según la zona, oferta de forrajes y tipo de manejo).
Esto implica adoptar o mejorar el uso de la cerca eléctrica e instalar redes de abastecimiento de agua para bebederos móviles en todos los potreros de la explotación. Al iniciar el sobrepastoreo de los potreros, las gramíneas y el suelo empiezan a recuperarse, mejora la infiltración del agua y la calidad y cantidad de forrajes aumentan gradualmente.
2.Aumentar la densidad y diversidad de árboles y arbustos en los potreros: Cada productor debe observar con atención cuáles especies de árboles y arbustos nativos regeneran espontáneamente en su finca porque el manejo de la regeneración natural es la forma más fácil y económica de transformar los potreros sin arboles en sistemas silvopastoriles.
También es conveniente aprovechar el potencial del ganado mismo para dispersar semillas de árboles nativos. Si las semillas se mezclan en el suplemento o la sal mineralizada de los animales, muchas de estas germinarán en las excretas donde las plántulas tendrán una oferta adecuada de nutrientes y agua durante la fase de establecimiento en el potrero.
Los ganaderos pueden lograr una reducción importante en sus costos de producción al abandonar o racionalizar el uso de los herbicidas que detienen el proceso natural de sucesión ecológica.
3.Aumentar la densidad y complejidad estructural de las cercas vivas: Las cercas vivas de una sola especie como el matarratón o el eucalipto son una excelente opción para crear un microclima más benigno para el ganado y reducir la presión extractiva sobre los fragmentos de bosque.
Sin embargo, en la medida en que las cercas vivas se vuelven más variadas y complejas en su estructura, ofrecen más recursos para la fauna silvestre y para organismos benéficos tales como los controladores de plagas en el sistema ganadero.
Es importante que las cercas vivas incluyan árboles frutales y abundantes plantas con flores, que ofrecen recursos para los organismos polinizadores y parasitoides.
4.Enriqueces las cercas vivas existentes con plantas de la flora local: Las plantas nativas ofrecen recursos claves para la fauna silvestre. Por esto es importante plantar algunas palmas, árboles y arbustos en las cercas vivas o conservar aquellas plantas que regeneran en el sitio. En los climas húmedos, se observa una regeneración muy vigorosa debajo de las cercas vivas.
Es importante que los ganaderos dejen de ver esta vegetación como evidencia de abandono y que valoren la contribución de estas plantas a la biodiversidad. Aquellas explotaciones que en otros tiempos eran llamadas peyorativamente “fincas de viuda”, donde el rastrojo se desarrolla libremente hasta transformarse en bosque nativo, son en realidad las más atractivas para la vida silvestre. (Lea:Ganadería ecológica y adaptación al cambio climático)