La salud de los animales es un tema fundamental para tener un hato productivo y rentable y sin embargo, en muchas ocasiones se actúa de manera reactiva y no preventiva.
Así lo plantea Ricardo Arenas en el Manual Práctico Ganadero, donde señala que es por ello que se debe introducir una nueva cultura donde desde el manejo productivo se involucren aspectos como sanidad y cultura sanitaria.
La salud animal se refiere a la búsqueda de una condición de bienestar y ausencia de enfermedad. En general se relaciona con el conjunto de política pública de salud de los animales y la posible afectación de los humanos por algunas enfermedades transmisibles conocidas como zoonóticas. (Lea: Higiene y sanidad en el hato, sinónimo de rentabilidad ganadera)
Así mismo, se entiende como el estado óptimo o condición de equilibrio que determina el mejor comportamiento fisiológico y productivo, en el cual los animales no están afectados por ninguna enfermedad y que, en un medio ambiente apropiado, transforman pastos, sales y suplementos en carne y leche de buena calidad, en un medio ambiente que les brinda comodidad.
A nivel de finca se entiende la sanidad como el conjunto de prácticas orientadas a preservar la salud de los animales con un enfoque preventivo frente a la enfermedad.
Esto sólo es posible si se tiene cultura sanitaria, un proceso que se alimenta de la costumbre y la asimilación de nuevos conocimientos que luego se convierten en convicciones a las cuales se ajusta la conducta, señaló Arenas.
En Colombia la cultura sanitaria se puede decir que comenzó con el programa nacional de erradicación de la fiebre aftosa en 1997 con la formalización por ley de dicha iniciativa.
Sin embargo, la salud animal es más que la erradicación de la fiebre aftosa, tiene que ver con la prevención y control de otras enfermedades como la brucelosis bovina, la rabia y la tuberculosis que están bajo control de la autoridad sanitaria del país como es el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), según lo expuesto por la directora de Salud y Bienestar Animal de Fedegán-FNG, Esperanza Polanía. (Lea: OIE presenta el Sistema Mundial de Información Sanitaria)
Además, hay otras enfermedades que producen pérdidas en la ganadería y afectan su eficiencia y todo esto tiene que ver con la productividad.
Para lograr el estado óptimo de los animales y la máxima producción y productividad, el ganadero debe hacer inversiones no costosas, sencillas, funcionales y duraderas en estructuras que le permitan el buen manejo de sus animales, la aplicación de Buenas Prácticas Ganaderas (BPG) y la prevención de las enfermedades con esquemas de vacunación apropiados, de acuerdo con el documento “Salud animal en ganadería bovina”, de Fedegán-FNG.
Además, es preciso implementar la medicina preventiva: nunca debe esperar que sus animales se enfermen para aplicar tratamientos costosos y no indicados en la mayoría de las veces.
También resulta importante brindar a los animales, pasturas, fuentes de agua y bienestar proporcionándoles zonas de sombrío para reducir el estrés calórico.
Se recomienda brindar buen trato y manejo para evitarles el estrés que genera mermas en la producción láctea, en el destete y en todas etapas productivas del animal. (Lea: Los 10 mandamientos de la salud animal)
Cuando se movilice los animales en camión, es importante verificar que este tenga ventilación adecuada, piso antideslizante y un drenaje apropiado. Además, debe tener algún tipo de protección contra el sol y la lluvia, y las superficies de los costados deben ser lisas, y sin protuberancias ni bordes afilados que los vayan a lastimar.