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Los campos con más diversidad de pastos son más resistentes a las sequías

Foto: culturaempresarialganadera.wordpress.com

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Cómo la diversidad vegetal protege a los campos de la sequía

por: CONtexto ganadero- 31 de Diciembre 1969

Promover la diversidad de pastos en las ganaderías es una estrategia agronómica para enfrentar los retos climáticos actuales.

La creciente incidencia de sequías en el país es un reto para la sostenibilidad en ganadería. Frente a este panorama, los sistemas de pastoreo basados en una alta diversidad de especies de pastos se han convertido en una solución prometedora para mitigar los impactos de estos eventos climáticos extremos. Este enfoque no solo mejora la resiliencia de los campos a la sequía, sino que también contribuye al bienestar del suelo y del ganado. (Lea en CONtexto ganadero: De monocultivo a éxito sostenible. La transformación de una finca colombiana)

La diversidad de pastos en los potreros implica la coexistencia de múltiples especies vegetales, cada una con características únicas que aportan al ecosistema. Algunas especies se destacan por su capacidad para crecer en suelos pobres, otras por su resistencia a altas temperaturas o por su habilidad para almacenar agua en sus tejidos.

De acuerdo con Daniel Suárez Castillo, ingeniero agrónomo y ganadero, “una vez haya diversidad en los potreros, el suelo va a ser más saludable, por lo tanto, los animales también lo son. Los campos con mayor diversidad de pastos y hierbas son más resistentes a las sequias porque cada especie tiene algo que aportar y, eso fortalece a todo el ecosistema”.

La interacción entre distintas especies también contribuye a la estabilidad del ecosistema. Por ejemplo, mientras que algunas plantas tienen raíces profundas que acceden a agua subterránea durante periodos de sequía, otras, con raíces superficiales, previenen la erosión del suelo y retienen humedad en las capas superiores.

Este equilibrio anteriormente mencionado asegura que el sistema pueda mantener su productividad incluso bajo condiciones de estrés hídrico.

Si en la finca hay solo un tipo de pasto, este está expuesto a que algo le suceda, lo cual generará que el campo quede totalmente vulnerable y, ni hablar del negocio”, expone Suárez Castillo.

La diversidad de pastos también impacta directamente en la salud del suelo. Cada especie vegetal aporta diferentes nutrientes al ecosistema a través de la descomposición de sus restos orgánicos. Además, la variedad de raíces favorece la formación de poros en el suelo, mejorando su estructura y capacidad para retener agua.

Por ejemplo, “si se tiene una gran diversidad de especies de pastos y hierbas, se está seguro. Si uno de estos pastos falla, no pasa nada porque los demás cumplen su función y mantienen la estabilidad”, describe Suárez Castillo.

Los sistemas de pastoreo con alta diversidad de pastos son más resistentes a las sequías debido a la complementariedad de las especies que los componen. Cuando una especie enfrenta dificultades para crecer debido a la falta de agua, otras pueden continuar desarrollándose y proporcionando alimento al ganado.

Finalmente, este principio se relaciona con la creencia popular de ‘no poner todos los huevos en una sola canasta’, con el cual se asegura que el potrero no quede completamente inactivo durante periodos secos. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Por qué tener cultivos y ganado en las mismas granjas y los mismos campos?)