El estudio, de la autoría de Pauler y otros, se llevó a cabo en potreros de los Alpes suizos, evaluó cómo las razas de ganado de diferente productividad afectan la vegetación y el manejo de pasturas. Se seleccionaron tres razas: highland de baja productividad, braunvieh original de doble propósito y angus × holstein de alta productividad.
Durante 10 semanas, se midió su peso, tamaño de las pezuñas, movimiento, uso del espacio y comportamiento alimenticio, utilizando herramientas como GPS y podómetros. Se observaron diferencias significativas entre las razas: el ganado Highland, más ligero, ejerció menos presión en el suelo y forrajeó de manera uniforme, mientras que las razas más productivas caminaron más para seleccionar forrajes de mayor calidad en áreas específicas.
Las características de los animales eran las siguientes:
- Highland: Con un peso promedio de 358 kg, estas vacas son rústicas y se adaptan bien a terrenos difíciles.
- Braunvieh: Una raza local de doble propósito, con un peso promedio de 582 kg.
- Angus × holstein: Un cruce altamente productivo, con un peso promedio de 679 kg.
Descubrimientos clave
Los resultados revelaron que la anatomía, el movimiento y la selectividad alimenticia están influenciados por el nivel de productividad de cada raza. Los highland, con pezuñas proporcionalmente más grandes, minimizaron el impacto en el suelo, reduciendo la compactación y fomentando una mayor biodiversidad en el pastizal.
En contraste, el ganado angus × holstein, más pesado y selectivo, ejerció mayor presión en áreas específicas, favoreciendo la dominancia de plantas resistentes al pastoreo y reduciendo la diversidad vegetal. Además, las razas más productivas tienden a depender de forrajes de alta calidad, lo que limita su adaptación a terrenos menos fértiles o difíciles.
Otros hallazgos fueron:
- Presión en el suelo y salud del pasto: El tamaño relativo de las pezuñas fue crucial. Las highland, con pezuñas proporcionalmente grandes, ejercieron menos presión estática en el suelo. Esto no solo protege su salud, sino que también reduce la compactación y la erosión del terreno. Por el contrario, las angus × holstein, al ser más pesadas y con pezuñas pequeñas, generan mayor presión, promoviendo la compactación y el deterioro del suelo.
- Uso del espacio y selección de forraje: Las highland mostraron un comportamiento menos selectivo al forrajear. Según el estudio, estas vacas exploraron áreas más lejanas y pendientes empinadas, mientras que las razas más productivas se concentraron en zonas planas y cercanas al agua. Este uso desigual del terreno puede afectar negativamente la biodiversidad vegetal en los pastos utilizados por las angus × holstein.
- Diferencias en dieta y digestión: El forraje consumido por las highland tenía menor calidad nutricional, pero su eficiente conversión de alimentos les permitió ganar peso, incluso en condiciones adversas. En cambio, las otras razas, al depender de pastos más nutritivos, perdieron peso en terrenos de baja calidad.
Lecciones para la sostenibilidad
Los resultados subrayan la importancia de elegir la raza adecuada según el tipo de terreno y los objetivos de manejo. Las highland, aunque menos productivas en términos de carne o leche, son ideales para pastos marginales debido a su bajo impacto ambiental y su capacidad para prosperar en condiciones difíciles.
Por otro lado, las razas altamente productivas como angus × holstein pueden ser más adecuadas para terrenos planos y ricos en nutrientes, pero su impacto ambiental es mayor. Según el estudio, “cuanto más productiva era una raza, mayor era su selectividad y frecuencia de pasos”. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Cómo elegir el biotipo adecuado de ganado para el mejoramiento genético?)
Este experimento sugiere que integrar razas menos demandantes en los sistemas ganaderos puede ser una solución sostenible. No es necesario reemplazar todo el ganado existente, pero incluir animales adaptados a terrenos difíciles puede optimizar el uso de recursos y preservar la biodiversidad.
Como concluyen los investigadores, “la incorporación de razas de ganado de baja productividad es, por tanto, una estrategia clave para utilizar los pastizales de baja productividad de forma eficiente y conservar su biodiversidad”.
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