Un bovino que no se levanta puede estar afectado por múltiples problemas, desde enfermedades hasta lesiones físicas. El ganadero debe identificar la causa para saber cómo debe proceder. Existen 4 factores que se producen en una vaca echada: infección en la ubre (mastitis), infección en el útero (metritis), trastornos en los músculos, nervios o huesos, o la fiebre de la leche (hipocalcemia). Después del parto, se puede presentar una parálisis del nervio obturador o fiebre de la leche. Incluso puede tener un hueso roto o estar muy débil para ponerse de pie. (Lea: Vacas echadas, señal de confort o enfermedad) El nervio obturador es el que recorre cada lado de la cavidad pélvica en el piso de la vagina y controla la contracción del muslo en las patas traseras. Cuando queda apretado por el nacimiento de un ternero grande, se produce una inflamación y disfunción en los muslos. Esta parálisis es común en partos prolongados en los que trató de parir sin ayuda o en los que el ternero permaneció mucho tiempo en la vagina. También es posible que sus patas traseras hayan quedado extendidas en un ángulo no natural. En este caso, el productor deberá tratar al animal con antiinflamatorios, vitamina E y selenio para acelerar el proceso de curación. También se debe incentivar al bovino, tratando de levantarlo con una máquina o animándolo. (Lea: Mastitis bovina: la enfermedad más costosa para la ganadería) De otro lado, la fiebre de leche o hipocalcemia se da cuando ocurre el traslado del calcio a las glándulas mamarias, lo que provoca una disminución de este elemento en los tejidos corporales. Por esta razón, la vaca sufre debilidad, disfunción y parálisis neuromuscular. Los síntomas incluyen una apariencia débil, la cabeza agachada y se mantienen acostadas, con el cuello doblado a un costado. Los bovinos parece que se tambalean como si estuvieran mareados. Esto puede devenir en un estado de inconsciencia y de shock, que puede resultar en la muerte. (Lea: Hipocalcemia, una enfermedad que afecta al ganado lechero) Para tratar la hipocalcemia, se deben suministrar productos a base de calcio de magnesio por vía intravenosa. El ganadero debe consultar a un médico veterinario, no solo para aplicar este producto sino para que reconozca los síntomas. Finalmente, un bovino que rehúsa a levantarse puede haberse lastimado durante una caída. Un ganadero de Pacho, Cundinamarca, reportó que el pasado viernes 22 de julio una vaca cayó por una quebrada a las 3 de la tarde, y hasta entrada la noche no daba muestras de querer levantarse pesar de que no tenía ningún hueso roto y recibía alimento. Temiendo que pudiera enfermarse por el frío, los productores le dieron de beber agua de panela caliente y calentaron hogueras para transmitir calor. (Lea: ¿Por qué los terneros logran caminar 2 horas después de nacer?) El productor afectado lanzó la alerta a través de un chat ganadero, tras lo cual sus colegas empezaron a aconsejarle qué debía aplicarle. Uno sugirió aplicar butazinol para tratar las contusiones y traumatismos musculoesqueléticos, acompañado de biosolamine para tratar miopatía o degeneración en los músculos. Otro aconsejó aplicar un frasco de Energan 50 vía intravenosa lenta como tratamiento energético así como 10 cc de Finadyne, que es un antipirético, analgésico y anti inflamatorio. Luego de todos los consejos, la vaca recuperó su energía y se levantó por sí sola. Al día siguiente, ya se le podía ver pastando en el potrero sin ningún problema. En cualquier caso, recuerde asesorarse de un médico veterinario para identificar la causa real de la caída del animal y cómo debe proceder para levantarla.