La salud de los terneros es fundamental para el éxito de cualquier actividad ganadera. Uno de los problemas más comunes y peligrosos que pueden enfrentar estos animales es la deshidratación, a menudo causada por episodios de diarrea. A continuación, se presentan las recomendaciones del veterinario Joaquín García, compartidas en la cuenta de Instagram @elagropecuario.co, para identificar y manejar la deshidratación en terneros.

Lo primero que debemos hacer ante la sospecha de deshidratación o diarrea profunda en un ternero es contactar a un médico veterinario. Cada caso puede variar y la diarrea no se trata de la misma manera en todos los terneros. El veterinario puede recomendar desparasitantes, antimicrobianos u otros tratamientos específicos basados en la caracterización de la diarrea.

Mientras esperamos la asistencia del veterinario, podemos comenzar a tomar medidas para hidratar al ternero. La hidratación es clave para su recuperación. Aquí se presentan las formas de identificar si un ternero está deshidratado:

Señales de deshidratación en terneros

1. Elasticidad de la piel

Una de las formas más simples y efectivas de detectar la deshidratación es mediante la elasticidad de la piel. Se debe tomar un pliegue de piel del ternero y tirar suavemente. Si la piel se queda levantada y no vuelve rápidamente a su posición normal, el ternero está deshidratado. En un ternero bien hidratado, la piel recuperará su posición original casi de inmediato.

2. Hundimiento de los ojos

Los ojos son otro indicador claro de deshidratación. En terneros deshidratados, los ojos se ven hundidos y parecen estar más profundos en las órbitas. Esto es un signo evidente y fácil de observar.

3. Mucosas secas

Las mucosas del ternero (como las encías y el interior de los labios) deben estar húmedas. Si están secas al tacto, esto indica deshidratación. Mantener las mucosas húmedas es crucial para la salud general del animal.

4. Extremidades frías e inmovilidad

En casos más graves de deshidratación, las extremidades del ternero estarán frías al tacto. Además, el ternero puede mostrarse inmóvil y tener dificultades para incorporarse o incluso para pararse. En situaciones extremas, puede ser necesario administrar suero intravenoso para rehidratar al animal rápidamente.

Cada ternero es único y la respuesta al tratamiento puede variar. Por eso, el veterinario asegura que es fundamental seguir las indicaciones de un veterinario, quien podrá proporcionar un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado. La hidratación debe ser una prioridad, pero siempre bajo la supervisión de un profesional.