La actinomicosis es una enfermedad infecciosa crónica de tipo granulomatoso, de distribución y considerada como una zoonosis, que en bovinos se caracteriza por una inflamación de las estructuras óseas, especialmente de la mandíbula.
La causa primaria es el Actinomyces bovis, aunque pueden identificarse otras bacterias en las lesiones extensas. Este agente es un habitante normal del tracto digestivo, que llega a los tejidos profundos por lesiones en la mucosa bucal o periostio alveolar (en el cambio de dientes).
También puede ser causado por lesiones de la cavidad oral por las astillas de la madera o a través de una picadura por los bordes sin pulir de la madera en los tablones laterales. (Lea: Enfermedades que provoca la ingesta de agua contaminada en bovinos)
La Actinomyces coloniza el cuerpo de la mandíbula e inicia una deformación que aumenta paulatinamente de tamaño, afectando la piel y el hueso. Esto causa dolor y altera la masticación, por lo cual disminuye la ingesta de comida y pierde peso.
Al principio se manifiesta por babeo e incapacidad de tomar o masticar el alimento adecuadamente. A medida de que la lengua resulta más afectada, aumenta de tamaño, es dura, inmóvil y sobresale de la boca. Puede llegar a ulcerarse en los lados o presentar nódulos.
En casos graves habrá desviación de los dientes anclados en el hueso afectado, así como puede haber un desgarro de la mucosa oral o de la lengua. El proceso puede causar estenosis nasal y, con ello, dificultad respiratoria. (Lea: Factores que predisponen la ocurrencia de una momia bovina)
Las lesiones a menudo no se descubren sino hasta que adquieren gran extensión, cuando ya el tratamiento es ineficaz, por lo cual hay que detectarlas en las superficies laterales de los huesos, donde se observan con mayor facilidad.
Para el diagnóstico, además de realizarse con base en los signos clínicos, se hace un examen microscópico de pus de los abscesos. La observación de los gránulos con tinción de Gram revelará bastones pleomórficos grampositivos, que se tiñen de azul oscuro o violeta con este líquido.
El otro método de diagnóstico es el aislamiento del germen, ya sea a partir de una biopsia de tejido o de un aspirado del líquido para identificar al organismo causal. A (Lea: Prevenga la actinomicosis, cáncer que afecta la mandíbula del ganado)
En el caso de infecciones descubiertas precozmente, se debe tratar con estreptomicina 11mg/kg 3 veces al día durante 5 días. En casos arraigados que no drenan, se extienden de 14 a 30 días. En cuanto a las vacas con granulomas de gran tamaño, se requiere una terapia de larga duración durante 1 o 2 meses con estreptomicina y penicilina.