Juan Benavides, investigador Máster en Agrosavia, explica que la renovación de praderas trata de recuperar esas tierras degradadas por medio del uso de la labranza “vertical de mínimo impacto, el uso de enmiendas y fertilización integral, y la mezcla de gramíneas y leguminosas de alta productividad”.
Todo esto, con la intención de mejorar la capacidad productiva y la calidad de la pradera que se quiera mejorar.
En ese orden de ideas surgen preguntas relacionadas con, ¿cómo puede saber si la pradera está degradada? De acuerdo con otro experto de Agrosavia llamado Javier Castillo, un indicador para saber si la pradera se encuentra degradada es “conocer las características químicas, físicas y biológicas del suelo. Dentro de las características químicas debemos conocer nuestro pH del suelo, los nutrientes que tiene nuestro suelo porque de allí depende la producción de forraje para alimentar nuestras vacas”.
Es por esto que cuando se habla de características físicas se hace referencia a que se debe contemplar la resistencia a la penetración en la que se muestra que tan compactado se encuentra el suelo y si es necesario realizar un proceso de renovación. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Cuándo se debe renovar la pradera y cuándo se debe recuperar la pradera?)
Según Castillo, “existen otras pruebas como las de infiltración y de densidades para conocer la estructura de mi suelo y para saber si está degradado o no. Y finalmente y no menos importante hay que conocer las características biológicas para saber el nivel de microfauna y macrofauna que tiene el suelo”.
Beneficios de la renovación de praderas
De acuerdo con Aldemar Zuñiga, investigador máster de Agrosavia, “luego de haber hecho diagnóstico para saber el estado en el que se encuentra la pradera, la renovación tiene una gran ventaja porque permite hacer intersiembra, permite que haya una mayor porosidad en el suelo y que entren los nutrientes a las praderas”.
Lo anterior trae consigo que se presente una mayor producción de forraje y mayor producción de calidad y cantidad de leche, que es finalmente el deseo de todo ganadero.
A esto hay que sumarle que la renovación de potreros tiene muy en cuenta en el manejo integral de las plagas y enfermedades, puesto que estas prácticas culturales ayudan a lograr rotaciones del ganado más cortas, generando que la pradera de recupere de forma más rápida.
Usos de las pasturas
Edgar Mancipe, profesional en Agrosavia, dice que después de hacer una renovación de praderas “se debe hacer un adecuado uso de la pastura. Para eso después de unos 45 días de haber hecho el proceso, es importante realizar un seguimiento revisando la germinación de las especies que se establecieron, si hay que hacer drenajes por medio de una fertilización de mantenimiento alrededor de los 30 días sobre las especies que fueron sembradas”. De igual manera, es fundamental definir el momento óptimo de cosecha de las pasturas. (Lea en CONtexto ganadero: Así se renuevan las praderas con el establecimiento de cultivos)