El Mate es una empresa familiar de ganadería regenerativa en América Latina que explica que para entender cómo se puede aumentar la captura de carbono del suelo, hay que saber que las plantas forrajeras están compuestas en un 97% por agua, aire y sol, y en un 3% por minerales.

“La planta hace fotosíntesis y junta seis moléculas de dióxido de carbono y seis de agua, para que a través de la clorofila de las hojas junto con la energía del sol se genere glucosa, dándole oxígeno al ambiente”, describe dicha empresa.

Esta glucosa es tomada por la planta para formar su estructura (celulosa, lignina, etc), y una buena parte de estas plantas exudan por sus raíces la glucosa. De acuerdo con los expertos, “se estima que entre un 60 y 80% puede llegar a ser de azúcares para alimentar la zona de la rizosfera, que es toda la zona que está alrededor de las raíces donde se desarrolla gran parte de toda la actividad biológica del suelo”.

En el caso de las plantas perennes, estas estimulan esa biología del suelo destinando una gran parte de sus fotoasimilados a alimentar la rizosfera, siendo esta la primera vía de la fijación de carbono por parte de las praderas al suelo.

De acuerdo con los profesionales de El Mate, estas plantas perennes tienen una gran diferencia con las anuales debido a que sus fotoasimilados los destinan principalmente a semillas, siendo este su mecanismo de reproducción.

“Entonces todo lo que son cultivos anuales de cereales oleaginosas, lo que capturan como carbono al suelo en forma de exudados es muchísimo menos que las praderas perennes. Por eso es que la siembra directa sin rotación con perennes en muchos lugares está generando que los suelos estén perdiendo carbono”, comentan los expertos. (Lea en CONtexto ganadero: Captura de carbono en el suelo: solución prometedora para mitigar el cambio climático)

Esta es la razón por la que se necesitan integrar animales y pasturas para mantener los suelos ricos en carbono y materia orgánica, teniendo una mejora a lo largo del tiempo.

Basado en lo anterior, los profesionales de esta ganadería dicen que es muy importante la diversidad de las plantas en el campo, es decir la mezcla de gramíneas y leguminosas debido a que “cada tipo de planta tiene asociada un tipo de biología diferente. Entonces mientras más es la diversidad de planta, mayor es la diversidad microbiológica y mayor será la variedad de minerales que esa biología va a poner disponible”.

En ese orden de ideas, existe otra forma de capturar carbono al suelo y es mediante los restos de raíces que van quedando en el suelo después de cada pastoreo. Para entender un poco esta tesis, hay que tener claro que cuando la planta inicie su proceso de rebrote, removilizará azúcares de la raíz hacia la parte aérea.

“En ese proceso donde los azúcares van desde la raíz hacia la parte aérea, una parte de las raíces se mueren para generar el balance. Estas raíces quedan en el suelo integradas como materia orgánica”, detallan los expertos.

Finalmente, hay una tercera vía de incorporación de carbono al suelo que está relacionada con las bostas de animales que se convierten en un abono fermentado de alta calidad ya procesado por el rumen para que el suelo lo aproveche. (Lea en CONtexto ganadero:Entre 3 y 20 toneladas es la captura de carbono por hectárea con sistemas silvopastoriles)