Existe una variedad amplia de tipos de suelo alrededor del planeta, estos se diferencian dependiendo de la cantidad de nutrientes que contenga cada uno. Colombia es un país con una inmensa gama de suelos que permiten desarrollar actividades en torno su uso. Conozca los beneficios de los suelos que hay en nuestro país.
Por la posición geográfica, Colombia es un país que tiene muchos privilegios en las diversas tierras que conforman el territorio. Su clima y su ubicación le generan beneficios para sus habitantes, porque por medio de este se puede trabajar en distintas actividades económicas. (Lea: Conozca en qué consiste la capacidad buffer del suelo)
Henry Mateus Echeverría, agrólogo especialista en pastos de trópico y asesor técnico, indica que por ser un país ubicado en el trópico, los habitantes se pueden dar el lujo de tener una cantidad alta de tipos de suelo que se ve reflejado en la diversidad.
“Su ubicación representa un factor fundamental porque tenemos clima cálido, además de las tres cordilleras, que nos hace contar con clima medio y frío. Por lo tanto, se puede considerar como un laboratorio en suelos por ser el único país con las tres cordilleras, oriental, central y occidental”, afirma Mateus.
La posición de las cordilleras representa el contar con un tipo de suelo diferente en cada una de ellas. En el caso de la oriental, contiene unos suelos de origen de roca sedimentaria, para la central, sus suelos tienen un origen de rocas ígneas y finalmente la occidental contiene suelos de rocas metafóricas. (Lea: Ganadero, cuide el suelo de su finca porque es un recurso no renovable)
Además de toda esta diversidad, Colombia también cuenta con planicies y algunos suelos orgánicos. Esto nos lleva a poder hacer uso de la diversidad que tenemos y utilizarlo en pro del sostenimiento no solo económico, sino también social.
“Desafortunadamente estamos olvidados en la parte gubernamental del sector agropecuario, pues de lo contrario, Colombia podría abastecer de comida a todo el mundo, pues en todos los cultivos hay una gama de variados pastos. Por ejemplo, para el clima frio está el kikuyo y los raigrases, para el cálido las estrellas y las bachiarias y para el medio los pastos de corte”, asegura Mateus.
En cuanto a la parte física y biológica, los trabajadores del suelo deben enfocar su mirada en estos dos aspectos, pues de eso depende el pasto que desean desarrollar.
En el caso del agro, en Colombia todos los suelos son especiales para esta actividad, pues cada uno de ellos necesita de un tipo de nutrientes, que junto con sus cantidades, desarrollaran el éxito de la producción de determinado pasto. (Lea: Tipos de suelos y formas de tratarlos a favor de la ganadería)
Por esta razón, es fundamental que el productor tenga conocimiento de las cantidades de los nutrientes que contiene el suelo, pues el exceso de uno de ellos bloquea a los otros. Para su disponibilidad, trabajadores pecuarios deben tener en cuenta el pH, por ser el elemento que regula la reserva de los nutrientes en el suelo.
Finalmente, en palabras de Mateus, “es importante que los productores empiecen con un análisis de suelos tanto químico como físicos, el primero responderá a la cantidad de nutrientes disponibles o faltantes para la planta y el segundo informará acerca del sistema radicular y sus limitaciones para poder desarrollarse”.