Una de las consecuencias de la COVID-19 fue la reducción del consumo de carne bovina por el aumento del desempleo y por eso uno de los retos de la Cámara Gremial de la Carne es recuperar el consumo.
Así se planteó en la reunión de este jueves donde además de los miembros de la Cámara, participó el ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Rodolfo Enrique Zea Navarro, y el viceministro de Asuntos Agropecuarios, Juan Gonzalo Botero.
Según el ministro se debe avanzar en trazabilidad y certificación de más predios exportadores, así como crear fidelización de frigoríficos con ganaderos en una especie de figura similar a la de agricultura por contrato, de tal manera que la variación de precios sea mejor controlada. (Lea: Exportaciones de carne aumentaron 50 % en el primer trimestre de 2020)
También manifestó que se debe comenzar a pensar en zonas libres de vacunación con fines de exportación. “Eso significa inversión y para tener mayor rentabilidad hay que invertir”, aseguro el ministro durante su intervención, al tiempo que señaló que el Gobierno seguirá apoyando desarrollo de la cadena cárnica.
En la reunión se ratificó la meta de ampliar las exportaciones de carne y llegar a 500 millones de dólares, lo cual se ve como un objetivo alcanzable en poco tiempo, considerando diversos escenarios internacionales.
Según el presidente de la Cámara Gremial, Leandro Protzen, es importante priorizar los mercados de exportación como es el caso de Rusia, Chile y China, e incluso en este último caso mirar el mercado asiático en general.
Así mismo, indicó que ante el interés creciente de muchos países de exportarle a China, se abre una posibilidad para que Colombia le venda a los miembros del Mercosur.
Por su parte, el presidente de Fedegán, José Félix Lafaurie, manifestó que dentro de la ruta exportadora de la carne colombiana se tienen identificados unos mercados a los cuales se espera llegar en el corto, mediano y largo plazo. (Lea: En primer bimestre, Colombia exportó más de 4.500 toneladas de carne bovina)
En el corto plazo (2020-2021) están Qatar, Kuwait, Hong Kong, Vietnam, Indonesia; a mediano plazo (2022-2023): China, Singapur, Canadá, UE, Filipinas, Argelia, Malasia, Estados Unidos; y, a largo plazo (2023 en adelante), Corea.
Sin embargo, dijo, Argelia y China podrían adelantarse para 2021 porque ya se tienen conversaciones adelantadas y se debe seguir trabajando en diversos aspectos para lograr la admisibilidad.
Según el dirigente gremial, la estrategia consiste llevar al exterior carne con alto valor agregado. “Con la recuperación del estatus sanitario y los instrumentos adecuados, se espera que este año sean vendidas 40.000 toneladas (USD 153 millones), el próximo año 80.000 toneladas (USD 308 millones) y en 2022 más de 130.000 toneladas que equivaldrían a USD 500 millones”. (Lea: NATBEEF planea exportar 30 000 bovinos al Medio Oriente)
Aseguró el dirigente que si el consumo se cae por un precio relativo superior se debe hacer un esfuerzo por la formalización de la cadena y hacer un acuerdo con el Invima para llegar a la mesa del consumidor con un producto inocuo y de calidad.
Otros frentes en los cuales se debe actuar con rapidez son los de trazabilidad y control de movilización; el fortalecimiento del ICA y la diplomacia sanitaria. Sostuvo que en tres meses se debe tener funcionando el sistema de trazabilidad en Colombia.
Por su parte, el gerente de Friogán, Carlos Patiño, manifestó que es importante un estricto control en las fronteras para evitar el ingreso de animales de contrabando que finalmente se sacrifica de manera ilegal, generando un perjuicio a toda la cadena.
Señaló que durante la pandemia, en Norte de Santander el sacrificio legal se aumentó 35% y eso demuestra la necesidad de una actuación más adecuada del Invima para su labor de vigilancia y control a las plantas de beneficio. (Lea: Colombia exportó más 86 mil bovinos y 18 mil toneladas de carne en 2019)
Sostuvo que el Instituto debe dejar de prolongar el cumplimiento del Decreto 1500 para meter en cintura a las plantas y aquellas que han hecho inversiones en su modernización puedan operar sin una competencia desleal como la que se presenta actualmente.
Así mismo, consideró que en el país faltan protocolos de exportación porque se están vendiendo animales de 340 kilos de peso, dejando de dar valor agregado en las fincas y puede dejar ganancias no obtenidas de 300 dólares por animal.