La biotecnología reproductiva bovina ha atravesado por diferentes etapas y ahora los retos se centran en la clonación, la genómica y los transgénicos.
Así lo señaló Julio Olaya Oyuela, especialista en reproducción animal y CEO de la multinacional Embriogenex, en una charla organizada por la Asociación Colombiana de Criadores de Ganado Jersey (Asojersey), donde señaló que se está en una segunda etapa de biotecnologías que están rompiendo la dinámica del mejoramiento genético, y que ya están patentadas y son comerciales.
La clonación se realiza con un producto que ya se consigue en Colombia aunque los clones que hasta ahora han nacido en Colombia son de tecnología brasilera. (Lea: Conozca los beneficios de la clonación bovina)
Con la implementación de los clones se va a asegurar que la información genética de la siguiente generación sea exactamente igual. La idea es implementarlo en el mejoramiento genético en el hato de carne como en el de leche, sostuvo.
Por su parte, la genómica que ya es más usada en ganadería de leche y permite la modificación rápida de razas específicas. En Colombia ya se están haciendo pruebas de marcados genéticos.
En Asocebú, por ejemplo, ya se trabaja sobre el genoma del brahmán para empezar a identificar todos esos marcadores genéticos con la ayuda de Agrosavia que tiene la tecnología.
En Colombia se está mirando el potencial genético y fenotípico de la hembra bovina donante de oocitos para la producción de embriones in vitro. (Lea: ¿Sabe cómo se aplica la genómica en la ganadería?)
Se puede hacer un trabajo de fertilización in vitro con semen sexado, se puede tener cinco hermanas pero si se va identificar a su composición genética nunca va a ser igual.
Si se puede identificar el gen de las vacas donantes y hacer un muestreo recién nacen los ejemplares se va a tener la oportunidad de dejar de remplazo las mejores hembras y descartar las menos buenas, señaló.
Entre tanto, los transgénicos son algo innovador con mucho mayor avance en el tema agrícola pero con gran expectativa en el tema pecuario.
Su uso potencial en ganadería está en el cruzamiento selectivo de individuos con el fin de transferir los caracteres deseados.
Los transgénicos van a servir para identificar la clonación de animales élite, la conservación genética, la eliminación de genes indeseables y la creación de animales resistentes a ciertas enfermedades, indicó. (Lea: En 15 % aumentaron los cultivos transgénicos en Colombia en 2019)
Más adelante a esos animales transgénicos se les podrá congelar semen, hacer embriones y clonar para reproducir.
También viene, y ya es una realidad, la inteligencia artificial donde por medio de drones con cámaras infrarrojas detectoras de calor detectan los celos de las vacas, los cambios de temperatura en animales posiblemente enfermos y una gran cantidad de tecnologías que van avanzando.
Acortando tiempos
De acuerdo con lo expuesto por Olaya Oyuela “nuestro negocio ganadero se volvió la disminución de todos los tiempos. Los tiempos de intervalo entre partos, días abiertos, persistencia entre las lactancias, todo ese tipo de tiempos hemos tratado de disminuirlos y la única manera que lo hemos logrado es con biotecnología”.
La primera etapa de biotecnología en bovinos inicia con la inseminación artificial en el año 1923, luego en 1990 la IATF y también para esa misma época el semen sexado. (Lea: Biotecnología arroja grandes resultados en la ganadería casanareña)
La eficiencia de esa tecnología se observa con el aumento en el porcentaje de preñez. Anteriormente tener 25% de preñez con inseminación era muy bueno hoy esos números son mucho más altos.
Mientras iba evolucionando la tecnología se iba implementando más su uso y los costos iban bajando.
En el caso del semen sexado de 1990 a 2014 la velocidad pasó de 200 a 400 células en los noventa a 10.000 y 20.000 por segundo en la actualidad y el porcentaje de pureza del 83 % al 93 % y el rendimiento convencional del semen mientras salían en los noventa mil dosis de semen convencional sólo había 10 sexadas y hoy día mientras salen mil dosis de convencionales salen 1.100 de sexadas.
La transferencia de embriones también tuvo una evolución rápida. La lechería empezó a trabajar mucho con la fertilización in vitro aunque previamente hubo otros métodos, con la posibilidad de utilizar el semen sexado. (Lea: La transferencia de embriones, tan fácil como la inseminación artificial)
Hoy en día están los embriones congelados de la fertilización in vitro que va a revolucionar el mercado no solamente para el uso a nivel de las fincas sino para el tema comercial y no sólo a nivel nacional sino internacional.
Al comienzo la ganancia con inseminación es muy alta pero para la tercera y cuarta generación ese mejoramiento genético se aplana y no avanza tanto mientras que la fertilización in vitro es constante ascendente. Hoy día los registros de fertilización in vitro son los primeros
De cada 100 vacas transferidas en fresco, los porcentajes de preñez oscilan entre 50 y 60 %, y cuando son embriones congelados entre 35 a 45 %. En las últimas décadas los porcentajes de preñez se han incrementado de manera significativa posibilitando actualmente obtener porcentajes de alrededor del 60% aún con la transferencia de embriones congelados. (Lea: La importancia de calcular la tasa de preñez en el hato ganadero)
Sustitución de la inseminación artificial por embriones congelados por transferencia directa. Cuando se tiene la súper ovulación se tienen más ventanas a cuidar y la imposibilidad de usar el semen sexado, con el tema de los embriones por fertilización in vitro y con la transferencia directa se tiene la manera de congelarlos. Tener embriones sexados congelados de nuestras mejores vacas se van a tener mejores resultados y un mayor mejoramiento genético.
Por transferencia directa con embriones congelados de las mejores vacas en la siguiente generación se va a tener la posibilidad de aumentar o tener potencialmente unas hembras de remplazo con un mejor paquete genético.
Por ejemplo si las vacas élite producen 30 ó 40 litros y esos embriones son los que se van a utilizar para las de remplazo es posible que la siguiente generación alcance esa misma producción.
Hoy día se está capacitando a los inseminadores para que sean capaces tanto por celo natural como sincronizado de poner siete días después del celo un embrión congelado y que tenga una respuesta positiva en preñez.