María Eugenia Buitrago, profesional de Programas Sanitarios en la Subdirección de Salud y Bienestar animal de Fedegán-FNG, explicó que los ganaderos deben estar pendientes del comportamiento de sus bovinos, pues esto les permitirá reconocer situaciones de alarma que les permita anticiparse o controlar oportunamente algunos aspectos que requieran mayor atención dentro del manejo rutinario, redundando en un mayor bienestar para todos en la finca.

«Gran parte de los comportamientos observados en los bovinos siguen su instinto natural. Los bovinos naturalmente son animales gregarios, es decir, les gusta permanecer en grupos (en estado salvaje favorece la protección ante predadores). Dentro de las manadas los animales establecen jerarquías esto puede generar algunas peleas entre los animales para mostrar dominancia (mantener el orden entre sus miembros), demuestran comportamientos de socialización como juegos, vínculos maternofiliales y seguir a un líder entre otros», explicó.

En el artículo Etología y comportamiento del bovino de Marcelo de Elia, el autor explicó que el comportamiento normal de un bovino comprende tanto acciones individuales como la forma en la que interactúan 2 o más miembros del hato.

Comportamiento individual o automantenimiento

El automantenimiento es la base de la salud del animal y abarca una amplia gama de comportamientos. La reactividad, por ejemplo, permite que las vacas estén en alerta y reaccionen ante situaciones potencialmente peligrosas, manteniendo su seguridad.

La ingestión y la rumia siguen patrones diurnos y nocturnos, con períodos específicos de pastoreo y descanso. «El máximo pastoreo se realiza a la mañana temprano y al anochecer, durante el resto del día se alternan descanso, rumia y pastoreo», anotó.

El experto añadió que el ternero aprende el mecanismo de enrollar la lengua para ingerir el pasto y el movimiento de corte levantando la cabeza a medida que crece y desarrolla su dentición. (Lea en CONtexto ganadero: 9 tips de etología que permiten aumentar la eficiencia de su ganadería)

Otros aspectos de su comportamiento individual incluyen la exploración (investigar y familiarizarse con el medio ambiente), el cuidado corporal (su comodidad física), el espacio individual (la distancia que mantienen frente a otros individuos) y el descanso y sueño.

Comportamiento social

El comportamiento social de las vacas también es intrigante. Las interacciones están influenciadas por el rango relativo dentro de la jerarquía social del grupo, con tendencias hacia respuestas similares en encuentros repetidos.

«Para que haya estabilidad en las relaciones es necesario que todos los miembros del grupo puedan reconocerse, que hagan una nómina de miembros estables del grupo, sin enfermedades o retiros temporales y que los animales recuerden su posición y actúen de acuerdo a ella», precisó.

Por su parte, Buitrago indicó que en el manejo rutinario del sistema productivo es importante que los animales se separen en grupos y por categorías etarias, con el fin de favorecer el desarrollo del comportamiento natural, el manejo y bienestar de los animales, así como los aspectos productivos de su sistema.

«Este comportamiento jerárquico y social les da seguridad, disminuye el estrés y contribuirá en conjunto con aspectos como alimentación, a que los animales puedan alcanzar su máximo rendimiento, pues podrán pastorear, hacer la rumia y demás procesos fisiológicos que les permitirán una mejor ganancia de peso o producción de leche», precisó.

Según la experta, una señal de alarma temprana es cuando se observa un bovino solitario, pues esta situación no es normal. El ganadero o responsable de los animales debe atender inmediatamente a este animal, pues este estado puede indicar la existencia de una condición de salud que requiera de un manejo particular.

«En todo caso, ante un animal solitario hay que tomar precauciones al acercarse (estas precauciones se deben maximizar con ganado Bos indicus o en aquellos animales que no tienen contacto continuo con las personas) pues al estar lejos de su manada puede estar estresados, sentirse inseguros, pretender huir o incluso presentar comportamientos agresivos; por ello es muy importante conocer y aplicar los conceptos de zona de fuga, punto de balance y realizar para abordar de forma segura este tipo de animales», señaló.

Tipos de jerarquía

Existen varios tipos de jerarquías, desde las lineales hasta las complejas, que determinan el orden social dentro del grupo. Estas jerarquías se establecen en base a factores como la raza, el tamaño, la edad y otros atributos individuales.

a) Jerarquía lineal: El animal A domina al B, y este domina a todos menos al A, el animal Z no domina a nadie.

b) Jerarquía bidireccional: Es más común y se refiere a las interacciones triangulares entre varios miembros. En este caso el animal A del caso anterior es desplazado por 3 miembros, en el cual el animal 1 domina al 2, el 2 domina al 3 y este a su vez domina al 1. Los tres dominan al resto del grupo.

c) Jerarquía compleja: En este caso se presentan varias jerarquías bidireccionales sin ningún orden preestablecido. Si bien el orden jerárquico es el más importante para el mantenimiento de la estabilidad del rodeo existe otro tipo de orden social llamado liderazgo.

El liderazgo también desempeña un papel importante en la dinámica social, con ciertos individuos asumiendo roles de liderazgo en situaciones específicas. (Lea en CONtexto ganadero: Cómo leer el comportamiento de los bovinos para saber cómo está su salud y bienestar)

Relación social con el ser humano

El ser humano también influye en el comportamiento social de las vacas, convirtiéndose en parte de su entorno social. Desde relaciones de liderazgo hasta interacciones de cuidado y bienestar, el hombre puede influir en la dinámica social de estos animales de manera significativa.

Si desea saber más detalles, vea el siguiente video hecho por la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán):