Investigadores del Departamento de Ciencia Animal de la Universidad Nacional, en Palmira, han detectado que algunas especies de forrajes son fuentes potenciales de proteína para la nutrición animal, que reducirían los costos de producción hasta en un 50%.
El grano de caupí, la canavalia y forrajes arbustivos como el bore y el nacedero tal vez no suenan muy familiares, pero se trata de las nuevas alternativas de alimento para animales que reducirían notablemente los costos de las materias primas para la producción de concentrados que son el talón de Aquiles para los productores nacionales, sobre todo para los pequeños.
Luz Stella Muñoz, doctora en nutrición y docente del Departamento de Ciencia Animal de la Universidad Nacional de Colombia en Palmira, asegura que los elevados costos de las materias primas para la producción de concentrados son el motivo principal para el desarrollo de este estudio.
Para presentar este avance en materia de nutrición animal, investigadores nacionales e internacionales se reunieron en la UN en Palmira en dos jornadas que se llevaron a cabo los pasados 8 y 9 de octubre. (Lea: Charla en Valledupar sobre el valor nutricional de los silos)
“Como investigadores buscamos nuevas alternativas que nos permitan ser más independientes en cuanto a las materias primas convencionales, ya que la mayoría de las dietas para animales están hechas a base de torta de soya y maíz, materias primas costosas que debemos importar”, asegura la docente.
Asimismo, no es un secreto que a los pequeños productores les cuesta conseguir este producto a buen precio; por eso, los científicos nacionales buscan alternativas económicas para reemplazarlo parcialmente. “No podemos sustituirlo totalmente porque la torta de soya tiene un altísimo contenido de proteína, alrededor del 46% al 50%, dependiendo del tipo de extracción, comparados a las alternativas que hemos trabajado que alcanzan el 25% de proteína”, sostiene Muñoz.
Este grupo de investigación ha evaluado forrajes de arbustos como el bore, morera, nacedero y algunas plantas acuáticas, que a pesar de que no tienen el nivel de proteína de la torta de soya, poseen entre 20% y 25% de proteína. Otras alternativas como el grano de caupí y plantas forrajeras como la canavalia también han sido estudiadas por el grupo de científicos la UN en Palmira de manera conjunta con el Centro Internacional de Agricultura Tropical, CIAT.
Allí, los investigadores encontraron en el caupí y la canavalia (especies de leguminosas forrajeras) dos eficientes opciones de alimentación que estos animales incorporaron a su dieta y que representan un ahorro de hasta el 50% para los porcicultores del país. (Lea: Levadura, suplemento favorable para la nutrición de los bovinos)
Esta idea es complementada por José Fernando Naranjo, director del área Técnica de Asoporcicultores, quien asegura que los productores de carne de cerdo, buscan bajar costos e implementar planes alimenticios integrales.
“Hoy día los productores porcícolas son conscientes de la importancia que representa implementar y cumplir adecuadas normas sanitarias y de bioseguridad en sus granjas, pues su implementación además de mejorar la sanidad de los animales, ayuda a mejorar los parámetros reproductivos y productivos, ganado competitividad”, concluye Naranjo, de Asoporcicol.