Este malestar, que afecta la energía y las grasas de los semovientes, se puede corregir con una dieta adecuada y balanceada. Acá le explicamos qué debe tener en cuenta para la alimentación de sus reses.
La cetosis, esta enfermedad que le da al ganado bovino debido a un trastorno en el metabolismo de los hidratos de carbono y de las grasas, afecta casi exclusivamente a las vacas productoras de leche, sobre todo entre las 3 y 5 semanas después del parto, cuando los requerimientos energéticos son máximos.
Rolando Barahona Rosales, adscrito al departamento de Producción Animal de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional, le explicó a CONtexto Ganadero que esta enfermedad está asociada con animales lecheros, por tener un problema para metabolizar la energía generada por el parto: con esta pérdida, las reses recurren a sus grasas y ahí se comienzan a tener los problemas. (Lea: Preserve la calidad de la leche con higiene en el ordeño)
“Las vacas tienen que parir con cierto nivel de gordura o condición corporal, son animales que tienen problemas para metabolizar la energía y sufrirán de cetosis. Lo más importante es manejar una condición adecuada para las vacas en el último tercio de la lactancia”, agregó Barahona Rosales.
Por esto motivo, es importante que los ganaderos conozcan la condición corporal de sus animales, pues esto no solo le servirá para conocer qué reses pueden tener cetosis, sino también para saber si la alimentación que le están brindado a los semovientes es la adecuada. (Lea: Cólicos en bovinos, una problemática con solución de expertos)
La solución está al alcance de la mano
Lo recomendable siempre está en consultar con una persona especializada para conocer cómo está la alimentación del predio, cuál es el nivel de energía que tiene el concentrado y cómo pueden generar un programa estratégico de alimentación para superar este complejo.
“Realizar este procedimiento le puede ahorrar al productor ganadero una cantidad de problemas salubres en los animales y económicos en sus hatos”, acotó el docente de la Universidad Nacional. (Lea: Las 4 sarnas que atacan al ganado bovino)
Para Katherine García Alegría, zootecnista colombiana e investigadora de la cetosis en semovientes, en especial en la raza Hartón del Valle, la cetosis tiene una alta incidencia al inicio de la lactancia y puede presentarse de forma clínica o subclínica, causando anorexia, disminución de la producción de leche e inmunosupresión.
“La administración de suplementos de minerales y vitaminas en la dieta, mejora el estado metabólico de las reses en el período de transición, pues presentan una mejor homeostasis metabólica posparto”, sostuvo García Alegría.
En la misma línea, Rolando Barahona Rosales aseguró que la solución para esta enfermedad está en agregar a la alimentación del semoviente vitamina A y E, y Zinc, además de aportar un poco de Selenio. (Lea: Fomentan la compra de leche de hatos libres de enfermedades)
“De igual forma, para el sistema de enfermedades metabólicas, como la cetosis, uno puede agregar niacina. Con 6 gramos de esta vitamina en la dieta de la vaca, en el periodo de transición antes de que el animal tenga el parto, se tendrán resultados positivos”, terminó Barahona Rosales.
Por consiguiente, es importante que el ganadero revise con regularidad la dieta de sus animales, de esta forma podrá conocer cómo están respondiendo los semovientes al alimento y de qué forma se puede aumentar la productividad. Esto, a fin de cuentas, se verá reflejado en su economía.