Este ganadero visionario ha consolidado su trayectoria dedicándose al mejoramiento genético de la raza guzerat, un esfuerzo que lo ha llevado a posicionarse como referente nacional en producción bovina. Así ha podido reinventarse y posicionarse.
En Planeta Rica (Córdoba), un nombre resuena con fuerza en el ámbito ganadero colombiano: Álvaro Velásquez. Con su ganadería Cebuinos Carne y Leche está liderando la revolución genética en el sector con el guzerat como base.
Su camino hacia el éxito no ha estado exento de retos económicos y técnicos que han puesto su perseverancia y pasión por la ganadería pura. (Lea en CONtexto ganadero: Guzerat, raza cebuina que gana respeto y terreno en Colombia)
Velásquez es un paisa de 42 años, hijo de una familia con profunda tradición ganadera que, desde hace 20 años, echó raíces en Córdoba. Industrial pecuario de profesión, Velásquez se ha dedicado por completo a la ganadería, siguiendo la senda marcada por generaciones anteriores.
Su formación académica en la Corporación Universitaria Lasallista y su experiencia práctica en el campo han forjado en él una visión integral de la actividad pecuaria.
El predio donde se lleva a cabo el proyecto está ubicado en Planeta Rica (Córdoba), una región ganadera por excelencia. Allí, Velásquez ha volcado todos sus esfuerzos en la cría de ganado puro guzerat, apostando por una genética de calidad que respalde la sostenibilidad financiera y técnica de su ganadería.
Para este ganadero, la incursión en el mejoramiento genético no fue casualidad, sino una decisión estratégica. La cría de ganado puro presenta un modelo de negocio de alto valor agregado, en contraste con la ganadería comercial, que se centra más en el volumen de producción a precios bajos.
Un animal guzerat de calidad superior puede alcanzar un valor de hasta $30.000 por kilogramo, lo que refleja el potencial económico de esta apuesta genética.
“El negocio de la genética bovina no se trata solo de vender más, sino de vender mejor”, afirmó el profesional, quien destacó que el enfoque hacia el valor agregado permite compensar el menor volumen de venta frente a otros modelos comerciales.
Récord lechero
La implementación de herramientas biotecnológicas ha sido clave para el éxito del programa de mejoramiento genético de Velásquez. Técnicas como la inseminación artificial a tiempo fijo, la sincronización de receptoras, la aspiración folicular y la transferencia de embriones forman parte del trabajo diario en su predio.
Además, el monitoreo continuo de parámetros productivos y reproductivos garantiza la objetividad en la selección de ejemplares, maximizando así el potencial genético del hato.
Esta rigurosidad técnica he permitido alcanzar hitos destacados, como el posicionamiento en los primeros lugares de los rankings de la Asociación Colombiana de Criadores de Ganado Cebú (Asocebú) y la obtención de récords de producción lechera, con vacas que alcanzan hasta 39,5 litros por día. Estos logros reflejan la dedicación constante y el compromiso con la excelencia en el manejo genético.
De acuerdo con Velásquez, “somos la ganadería con más vacas participación en torneo lechero en los últimos 10 años de la raza”.
Emblema de doble propósito
La elección de la raza guzerat no fue fortuita. Desde 1985, el padre de Álvaro Velásquez utilizada toros guzerat en cruces comerciales, lo que despertó su interés por esta raza cebuina de doble propósito.
Sin embargo, fue una gira técnica a Brasil en 2006 cuando Velásquez visualizó el potencial de negocio que representaba el guzerat en Colombia, un país donde el doble propósito constituye el núcleo de la producción ganadera.
Desde 2007, su proyecto ha evolucionado hasta consolidarse bajo la marca Cebuinos Carne y Leche (CCL), destacándose por la calidad de los ejemplares y su capacidad de adaptación a las condiciones del trópico bajo colombiano.
Aciertos y retos financieros
Los logros comerciales de la ganadería CCL no se limitan al ámbito técnico. El comportamiento constante en las ventas ha sido un indicador de la demanda sostenida por la genética de alta calidad, lo que ha permitido garantizar la sostenibilidad financiera del proyecto.
Velásquez destacó que su ganadería es la de mayor cantidad de títulos de “mejor criador y exposiciones en los últimos 10 años”. (Lea en CONtexto ganadero: Ganadero cruzó guzerat con 12 razas distintas, esto fue lo que descubrió)
No obstante, Velásquez reconoció que la estabilidad económica de una ganadería pura sigue siendo un desafío permanente, pues los costos operativos elevados y los flujos de caja variables exigen una gestión financiera meticulosa.
Además, el camino hacia el éxito ha implicado enfrentar el reto de identificar linajes genéticos que cumplan las expectativas. Según Velásquez, “a veces esperas mucho de una línea genética y no da los resultados que anticipabas, mientras que otras veces, un linaje subestimado sorprende positivamente”.
Hoy en día, la marca CCL es un referente nacional en el ámbito de la genética bovina guzerat. El reconocimiento obtenido en ferias y exposiciones, así como la fidelidad de una clienta robusta, reflejan el esfuerzo de Velásquez y su equipo.
“El tiempo que llevamos criando nos ha permitido posicionarnos como una de las ganaderías líderes a nivel nacional e internacional, lo cual tiene mucho mérito y sin duda ha influido en los logros obtenidos”, concluyó Velásquez.