A la hora de escoger el ganado que se va a tener para una explotación de ceba, el cebú es el animal por excelencia pero la duda surge sobre si escoger el rojo o el blanco.

Antonio del Dago, de Hacienda La Verónica, señaló que de acuerdo con su experiencia y lo que ha podido observar, el rojo tiene una ligera ventaja sobre el blanco sin descartar las bondades de este último.

Sostuvo que si se tiene un proyecto ganadero de ceba el tipo de ganado que más se utiliza es el cebú que pueden ser animales de color blanco, rojo o negro. (Lea: Consejos para quien se inicia en la ceba de ganado)

Para algunos puede no existir diferencia y simplemente hay preferencia por un color determinado o se inclina más por uno que por otro en razón a su precio.

Cuando se habla de ceba, la mayoría de las fincas engordan animales cruzados con cebú o razas cebuínas y se hace porque se adapta mejor a las condiciones del trópico bajo y medio del país, son más rústicos y más resistentes lo cual permite que pueda alcanzar más kilos bajo dichas circunstancias.

Así mismo, los ganados blancos son los que más se utilizan y donde hay el mayor inventario de cabezas para ceba.

Aunque tanto el blanco como el rojo funcionan bien en el trópico bajo y cargan kilos de manera similar hay unas pequeñas diferencias para que el ganadero prefiera uno u otro.

Durante muchos años se hizo una selección por habilidad materna en los animales de pigmento rojo y eso significa que además de ser muy buenas madres y cuidar sus crías, esa habilidad también significa que van a destetar animales de mayor peso. Además, son mejores productoras de leche y es por ello que al destete tienen muchos más kilos. (Lea: Condiciones para el montaje de un proyecto de ceba de ganado de carne)

Otro factor a favor de los animales rojos es su carácter ya que suelen ser mucho más fáciles de manejar, son menos ariscos y hay mayor facilidad de tenerlos en espacios reducidos o alimentarlos en una estabulación.

También, respetan más las cercas de púas y las eléctricas y suelen quedarse más tranquilos en el potrero donde se manejan, sin pasarse a otros potreros donde todavía no deben pastar.

Una tercera diferencia es que el pigmento rojo es mucho más tolerante a los rayos solares que permite que el ganado en las horas altas de incidencia de radiación solar no necesite estar a la sombra, protegiéndose del sol y el calor.

En esos momentos pueden estar consumiendo sin problema el forraje y aunque los blancos también son capaces de hacer lo mismo, los rojos están más relajados y tranquilos pastando.

En todo caso la raza en ambos colores es manejable y adaptada, así que cualquiera de las alternativas va a servir para los fines de ceba, señaló del Dago. (Lea: ¿Tiene claro los indicadores productivos para ceba?)

A todo lo anterior se suma que a la hora de vender sea para quedar como machos o hembras para reproducción, se suelen vender más fácilmente los rojos.

No obstante, independiente del color que se utilice, ambos son cebuínos, son para carne, necesitan extensiones grandes de tierra para funcionar por su carácter nervioso y por eso en pastoreo extensivo funcionan mejor, lo cual no significa que no funcionen en confinamiento

Adaptados al trópico bajo o medio donde las condiciones, a veces, son agrestes y a pesar de ello su ganancia diaria de peso es de unas cantidades aceptables bajo producciones de forma extensiva.