De acuerdo con el estudio de Perea y otros de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC), nuestro país es uno de los que presenta más altos índices de prevalencia de Fasciola hepatica en animales de granja como los bovinos, situación que sugiere la necesidad de poner más atención al manejo, control y tratamiento de esta enfermedad.

«Es una de las enfermedades parasitarias que comúnmente afecta los sistemas ganaderos y que ofrece mayores dificultades en lo referente al diagnóstico clínico y parasitológico para indicar su tratamiento adecuado», citaron los expertos. (Lea en CONtexto ganadero: Fasciola hepática: Un problema en crecimiento)

En su artículo «Fasciolosis: una enfermedad emergente», publicado en la revista Pensamiento y Acción detallaron que la mayor prevalencia de la enfermedad ocurre en zonas ganaderas de clima frío, donde es de carácter endémico y afecta aproximadamente al 25 % del ganado lechero.

Por su parte, Giraldo y otros de la Universidad de Caldas indicaron en su investigación «Prevalencia de fasciolosis bovina en una zona de Caldas con evidencias de la enfermedad» que las regiones con mayor riesgo para la presentación de fasciolosis en el país están ubicadas en la zona andina, donde los huevos de F. hepatica, eliminados en ambientes acuáticos, en praderas encharcables, en las zonas de drenaje, en las aguas cristalinas de curso lento, en las plantas, como los berros, son factores que favorecen el desarrollo del ciclo evolutivo y la presencia de los caracoles.

Los autores de la UPTC citaron un estudio de 2009 hecho en el departamento de Boyacá, donde se encontró el parásito en más de la mitad de la muestra (56 %) de la ganadería especializada en producción de leche y doble propósito.

Aunque no hay una estimación de las pérdidas, se ha propuesto que puede ser de alrededor de 12 mil millones de pesos anuales, de las cuales poco más del 9 % están asociadas con el decomiso de hígados parasitados. Sin embargo, esto fue un estudio hecho por Becerra en 2001 y luego actualizado en 2010 y 2011, por lo cual hace más de una década que no se ha actualizado la estimación.

A su vez, Giraldo Forero y otros señalaron en el artículo «Prevalencia de fasciola hepatica en bovinos sacrificados en la planta de beneficio del Municipio de Une, Cundinamarca, Colombia» que si bien en Cundinamarca están las reseñas más antiguas y numerosas del país tanto de fasciolosis bovina como humana, gran parte del departamento está por investigar. Y añadieron que la razón por la cual la prevalencia en las zonas más frías es que la temperatura necesaria para que la F. hepatica pueda desarrollarse en el caracol es superior a 10 ºC.(Lea en CONtexto ganadero: Tratamientos para prevenir y curar la fasciola hepática en bovinos)

Un estudio más reciente sobre la «Prevalencia de Fasciola hepatica y Paramphistomidae en bovinos de doble propósito en una hacienda del trópico bajo andino colombiano» indicó que la prevalencia de F. hepatica en los hatos ha sido reportada con valores de 15,5 % en el departamento de Cundinamarca; 19,1 % en el departamento de Caldas; y más de 30 % en algunos municipios de Antioquia dedicados a la producción lechera, como la Ceja y Jardín. En cambio, en clima cálido, más exactamente en el departamento de Sucre, se registran prevalencias hasta de 16,2 %.

Por último, en cuanto a Paramphistomidae, se ha reportado su presencia en los departamentos del Meta y Guaviare, asociada a infecciones por Cotylophoron panamensis en ganado de producción de carne, y en Antioquia, con una prevalencia del 100 % en un hato lechero de ganado holstein y de 47,6 % en hatos de doble propósito. «Estas 2 últimas publicaciones señalan coinfección con F. hepatica», destacaron.