CONtexto ganadero entrevistó a un productor en Atlántico, que no solo ensila y henifica sin maquinaria sofisticada, sino que también lo hace a un costo muy bajo. Cada kilo de heno le cuesta $50 y cada kilo de silo, $70.   Néstor Stave es propietario de un terreno en Sabanalarga, Atlántico. Hace 8 años, él administraba una finca de 124 hectáreas hasta que los dueños del predio decidieron venderlo.   En ese momento, Stave tomó la decisión de comprar la mitad de las hectáreas y se propuso conservar la producción a pesar de contar con menos potreros. (Lea: Conozca las pérdidas en el ensilaje y cómo pueden reducirse)   El productor continuó con la rotación de potreros, para aprovechar el pasto sobrante que destina al ensilaje y la henificación, con el objetivo de procurarse de reservas de alimento bovino en los meses previos al verano o al invierno.   Silo   Su finca está dividida en 50 potreros, donde manejan rotaciones más cortas que constan de 28 días en lugar de 30. Esto hace que queden libres hasta 22 potreros, de los cuales una parte utiliza para ganados comprados y la otra para ensilar.   “El forraje se corta con guadaña, se acarrea al sitio de donde se va a guardar el pasto, que son unas albercas donde caben entre 12 y 15 toneladas. Ahí se acarrean con carro mula y se pican. Por lo general se usa el pasto de los potreros que están más cerca a este sitio”, precisó.   Durante una semana los trabajadores reúnen el pasto en las albercas, que luego encierran en tanques con melaza pura. Al cabo de ese tiempo, obtienen cerca de 25 toneladas de silo. (Lea: Hacer silos requiere una cuidadosa planeación)   Según Stave, cada kilo de silo cuesta $70, haciendo cálculos entre el pago de jornales (6 operarios por 7 días dan 42 jornadas), el uso de la guadaña y de la melaza.   Heno   En cuanto al proceso de henificación, el ganadero aprovecha el verano de mitad de año para hacer la misma operación del silo de cortar los pastos, pero esta vez lo deja secando por 3 días bajo el sol. En este punto aclaró que emplea las especies tanzania y mombasa.   “Los operarios los cortan en hileras para que quede organizado. Al cuarto día, comienzan a apilarlos en las pacas, y luego al quinto día se amarran y se cargan al carro de mula”, indicó. (Lea: Aspectos que ayudan a determinar la calidad del silo)   Al finalizar la tarea, quedan mazos de 15 kilos de heno que se almacenan sobre las mismas albercas del silo, que tienen un techo para cubrir el producto del sol y de la lluvia. Cada kilo de heno termina costando $50.   De acuerdo con el ganadero, el hecho de costar el pasto en verano permite que el terreno tenga una mejor cobertura y no se deja descubierto para que se propaguen las malezas. Además, el pasto logra un mejor rebrote para una nueva rotación o un nuevo corte.   Stave confesó que en estos días debe recurrir al alquiler de equipos para silo por la cantidad de alimento que va a conservar. (Lea: Silo, heno y bloques para ganado se pueden hacer en menos de 3 días)   “Este año tengo que contratar maquinaria porque son 5 hectáreas completas que me van a quedar lejos del sitio donde lo preparo. Aquí tengo que hacer silo de montón porque ya tendría todas las albercas llenas que darán 90 toneladas”, explicó.   El heno lo utiliza para suplementar a 40 terneros, entre machos y hembras de levante, mientras que el heno lo destina a las 70 vacas que tiene para ordeño.   Este productor es un claro ejemplo de que no se necesita de una infraestructura ni de elementos costosos para producir grandes cantidades de silo y heno a muy bajo costo.