Por su adaptabilidad y rusticidad la raza criolla autóctona venezolana Carora es una opción para el trópico, según lo expuesto por Julio César Álvarez Rico, Gerente de la Asociación Venezolana de Criadores de Ganado Carora (Asocrica).
Explicó que dicha raza es producto del cruce del criollo amarillo de Quebrada Arriba con el pardo suizo. El criollo del cual partió estaba adaptado desde la conquista al medio ambiente de dicho país.
Los pioneros de la raza (década de 1940-1950) se concentraron desde sus inicios en obtener un animal bien adaptado al clima tropical y con buena productividad. (Lea: 5 razas bovinas sintéticas originadas en Latinoamérica)
Entre las ventajas de la raza está su adaptabilidad en explotaciones especializadas por su condición de compensar la menor producción con una mayor fertilidad y rusticidad.
En explotaciones de doble propósito también se recomienda por características como rusticidad, definida como la capacidad de soportar el clima tropical y resistir a enfermedades, sobre todo, parasitarias; mejor capacidad de aprovechar los alimentos rústicos.
Su precocidad es otra característica destacada ya que llega a la edad de reproducción más temprano y presenta una curva de crecimiento mayor al comportamiento con la de razas lecheras europeas; además, sufre menos estrés calórico.
“Este conjunto de características le garantiza al criador de doble propósito una vía más acertada que le permitirá incrementar el porcentaje de sangre mejorada, logrando un incremento en productividad y un rebaño fenotípicamente más homogéneo”, indicó.
El patrón de la raza Carora hace fundamental hincapié en dos aspectos primordiales: el pelo (tamaño, densidad, tipo y color) y la pigmentación de la piel. Estas características tienen altos valores de heredabilidad, por lo cual una estricta selección produce resultados deseables en el proceso de consolidar un animal lechero tropical.
La piel es negra, gruesa y suelta; son animales bien pigmentados en piel, parpados, morro, borla y pezuñas; la cabeza es mediana, recta y bien descarnada, con suave depresión entre los ojos, orejas medianas y redondeadas. La cola es de inserción suave y nivelada con el sacro, delgada y corta, la última vertebra coccígea no sobrepasa la articulación del corvejón, borla con pelo grueso, ralo y corto. (Lea: INFORME: Razas criollas colombianas: eficacia reproductiva)
Así mismo, Álvarez destacó que el fomento de la cultura de llevar registros de producción y reproducción e identificación de los animales fundadores, primero en forma manual y desde la década de los noventa en forma computarizada, permite tener datos de 15 generaciones, sabiendo quiénes fueron sus padres, sus madres, cuántos partos tuvieron las hembras, cuántos becerros, entre otros datos.
Así mismo, desde el gremio se promovió la creación de un centro genético (centro de inseminación artificial Carora) que permite difundir el material genético de los mejores animales en todo el país, generalizando calidad zoosanitaria.
Con base en ello se tiene un banco de datos que permite el estudio genético de la raza mediante el uso de las herramientas tecnológicas de punta.
Para el carácter leche se mide el promedio de producción de cada animal sobre el promedio de la raza; caracteres de crecimiento y desarrollo (ganancia de peso y precocidad), caracteres de adaptación (largo de pelo y pigmentación; control del incremento de la consanguinidad), caracteres reproductivos (indicadores de gestión como edad del primer parto, intervalo entre partos, porcentaje de parición), caracteres de interés (porcentaje de hembras).
“Debemos tener un portafolio con la mayor cantidad de información posible para satisfacer a cada productor para que dependiendo de su medio ambiente, recursos, deseo y experiencia, decida cuál (es) es el toro más adecuado para su explotación (leche, largo de pelo, ganancia de peso, precocidad, etc.). El banco de datos es el mayor patrimonio de la Asociación porque es activo, se actualiza permanentemente con información como genealogías, lactancias, pesadas mensuales de leche, celos y servicios, revisiones veterinarias, pesos corporales, evaluación morfológica lineal, y largo de pelo (prueba de progenie), entre otros”, concluyó.