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Enfermedades en bovinos

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Carbunco y estomatitis vesicular, enfermedades de atención en el hato

por: - 31 de Diciembre 1969

La actividad ganadera está sometida a grandes riesgos generados de diferentes plagas y enfermedades que pueden llegar a provocar grandes pérdidas en el hato.

La actividad ganadera está sometida a grandes riesgos generados de diferentes plagas y enfermedades que pueden llegar a provocar grandes pérdidas en el hato.

Por eso es importante saber identificar las enfermedades que se generan en los bovinos para hacer un tratamiento oportuno y evitar la muerte de los animales o importantes reducciones en la producción.

Según Ricardo Arenas, médico veterinario especialista, en un capítulo del Manual Práctico Ganadero elaborado por la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), entre esas enfermedades que merecen la atención de los ganaderos están el carbunco y la estomatitis vesicular.

El carbunco o carbón bacteridiano conocido también como ántrax o edema maligno es una enfermedad infecciosa causada por una bacteria llamada bacillus anthracis que tiene la capacidad de generar esporas haciendo más difícil su erradicación.

Es conocida como carbono debido al color oscuro en el centro de las úlceras que se desarrollan en la piel de las personas y los animales afectados. Es una enfermedad con alta mortalidad en los rumiantes y por su condición de zoonosis es de declaración obligatoria ante la OMSA. (Lea: Carbón sintomático, una enfermedad que puede causar la muerte)

Su presentación incluye animales muertos sin haber mostrado signos de enfermedad o no haberse detectado. En los casos en que esto es posible se encuentra fiebre alta, temblores musculares, dificultad para respirar, cólicos y depresión antes del colapso y muerte del animal en tres o cuatro días.

En algunas ocasiones se observa rigidez post mortem y hemorragia oscura por los orificios corporales debido a que la coagulación se altera.

La principal fuente de infección es el suelo debido a la contaminación que producen las esporas cuando el animal muere. La bacteria produce unas esporas muy resistentes al tener contacto con el oxígeno las cuales sobreviven durante años en el suelo o en el pelo de los animales infectados.

Estas esporas son consumidas por el animal, inhaladas o ingresan por heridas en la piel y allí se reactivan causando la enfermedad.

El ser humano puede adquirir la infección de tres formas diferentes: por la piel al manipular animales o productos que contienen esporas por lo que es muy común entre productores pecuarios y carniceros los cuales están en contacto con animales enfermos o mediante la lana o el cuero. Las esporas ingresan al cuerpo a través de los cortes o rasguños en la piel causando una infección local. (Lea: Recuerde la importancia de vacunar sus semovientes contra el Carbón)

La segunda forma es por infección digestiva y ocurre cuando se consumen las esporas en carne proveniente de un animal enfermo y no se realiza la cocción adecuada.

La tercera es por infección pulmonar que es la forma más mortal y se da al inhalar las esporas del cuero o el pelo.

El control de la enfermedad incluye la vacunación anual de todos los animales, la eliminación de los animales muertos mediante el entierro profundo, la incineración cerrada sin abrirlos en una necropsia que haría que las bacterias formaran esporas, y limpieza y desinfección del sitio de muerte.

Otra de las enfermedades que afectan al hato es la estomatitis vesicular que es viral y afecta a bovinos, caballos, cerdos, cabras, ovejas, algunas especies silvestres y, potencialmente, al hombre.

Tiene una sintomatología muy parecida a la fiebre aftosa con úlceras en boca con la consecuente salivación, dolor, inapetencia y desnutrición; además úlceras en mucosas, glándulas mamarias, espacios interdigitales y prepucio. (Lea: Estomatitis vesicular, conozca fuente de transmisión y tasa de mortalidad en fincas)

No obstante, la estomatitis afecta a equinos y a animales que no tienen pezuña hendida lo que ayuda a su diferenciación. Por su gran parecido a la fiebre aftosa es una enfermedad de notificación obligatoria en la oficina del ICA más cercana al predio para que se realice el diagnóstico diferencial.

Es una zoonosis y en los humanos se presenta como un cuadro gripal fuerte con vesículas en labios y lengua.

Por ser altamente contagiosa deben tratarse los animales enfermos de manera aislada con todos los cuidados con el personal, instalaciones, equipos y utensilios, y seguir las recomendaciones del plan de vacunación y sanitario del médico veterinario.