Es una enfermedad infecciosa producida por una bacteria llamada Clostridium Chauvoei, que ataca a rumiantes, principalmente a bovinos y ocasionalmente a equinos, ovejas, cabras y cerdos. La toxina de la bacteria que proviene del medioambiente evoluciona en el tejido subcutáneo, afecta la masa muscular produciendo infección, gangrena y muerte del animal. Víctor Cotrino Badillo, médico veterinario de la Universidad Nacional de Colombia y director científico del laboratorio técnico veterinario, LMV, ubicado en Bogotá, explicó que la enfermedad, que también es conocida como gangrena gaseosa o pierna negra, es producida por bacterias del género Clostridium. (Lea: Babesiosis bovina: una enfermedad a la que se le debe huir) Sostuvo que en la afección pueden participar más de una bacteria, la principal es el Clostridium Chauvoei, y detalló que también puede aparecer el Clostridium Sordellii. "El carbón sintomático generalmente compromete las masas musculares dando origen a un cuadro de gangrena. La necrosis da un aspecto negro oscuro y aparecen cavidades generadas por la producción de gas por parte de las bacterias", indicó. Cotrino Badillo señaló que los microorganismos son habitantes normales de suelos ricos en materia orgánica y estos provienen de los intestinos de muchos animales. Apuntó que estos pueden ingresar al animal por laceraciones o heridas o a través de una mala práctica de inyectología, como por ejemplo agujas infectadas. (Lea: 14 enfermedades sin control oficial atacan al ganado en Colombia) Indicó que la enfermedad se puede presentar en la mayoría de regiones del país y tal vez con más frecuencia en zonas con climas cálidos. El experto recalcó la importancia de la vacunación para prevenir la aparición de esta enfermedad. ”Los biológicos que se utilizan están diseñados para proteger al animal de los diferentes tipos de Clostridium”. Laudy Pérez Ovalle, médica veterinaria y funcionaria en Santander del Fondo Nacional del Ganado,FNG, coincidió con su colega y aseguró que la bacteria vive en la tierra y hay muchas zonas del territorio nacional con alta presencia de la misma. "La aparición de estos microorganismos tienden a coincidir con las transiciones de verano a invierno por eso se recomienda vacunar antes de estas épocas. Habitualmente los ganaderos aplican biológicos contra esta enfermedad cada 6 meses", comentó. (Lea: Enfermedades que afectan al ganado) Una vez se desarrollan los síntomas clínicos es muy poco lo que se puede hacer. Se puede tratar la lesión y el daño muscular con el uso de antibióticos pero el animal que padezca la afección no tiene mayores posibilidades de sobrevivir. Es una enfermedad con una alta tasa de mortalidad.