En la vereda La Marina, departamento del Guaviare, se ubica la Finca Canaguaro, de Fernando Santamaría Luna, quien ha implementado un modelo de garantía extensiva que conserva el medio ambiente.
La ganadería extensiva es uno de los métodos más adoptados en la zona por la poca implementación de maquinaria, elementos industriales y residuos no aprovechables que han podido contribuir al cuidado medioambiental de la región.
De igual manera se ha logrado que los animales se desarrollen de la manera más natural y saludable posible.
Según lo expuesto por el ganadero en una nota de La Finca de Hoy, se quería hacer la reconversión, ser amigables con el medio ambiente y por eso piden que los dejen trabajar en lo que ya el hombre ha intervenido pero hacerlo de manera eficiente. (Lea: La ganadería extensiva bien aplicada como alternativa en tiempos de la COVID-19)
Es así como se han implementado modelos silvopastoriles y siendo eficientes en tener poca tierra para bastantes animales.
La ganadería extensiva se caracteriza por permitir que el crecimiento de los animales se dé en grandes extensiones de tierra para mantener al ganado libre, fértil y en condiciones naturales que no afecten los ecosistemas.
Por ejemplo, en la región se asigna una hectárea por animal para que se desarrolle adecuadamente y esté libre de estrés.
Es importante que la finca sea eficiente para contribuir a la sostenibilidad del hato. Por ejemplo, la siembra de forrajes y leguminosas o suplementos naturales como el silo.
El propósito es producir la comida para el ganado en la misma finca y no lo que dé la naturaleza con lo cual se pueden llegar a tener de 5 a 8 animales por hectárea como sucede en Canaguaro.
En esta finca realizan los dos primeros procesos de cría cono son la preñez y el destete de los terneros para luego ser vendidos a quienes se dedican a la ceba y comercialización de bovinos con un peso promedio de 520 kilos. (Lea: Ganadería Intensiva Vs. Ganadería Extensiva)
Además allí se tienen establos porque se hace una ganadería semi estabulada para así aprovechar al máximo la tierra y no tener que seguir deforestando esta región que es tan rica en naturaleza.
De acuerdo con lo expuesto por el ganadero en la región se están deforestando diariamente entre 17 y 20 hectáreas, de acuerdo con cifras del Ministerio de Ambiente.
Con respecto a los terneros se debe asegurar que el animal consuma el calostro los primeros días de vida ya que esto determina la fortaleza de su sistema inmunológico y el éxito en el desarrollo productivo.
En la ganadería extensiva los terneros consumen únicamente la leche de su madre durante siete a ocho meses hasta llegar al destete con un peso cercano a los 220 kilos, luego comienzan el consumo de forrajes y finalmente pasan a la etapa de engorde.
En la región se manejan las razas brahman y simbrah las cuales han demostrado una gran adaptabilidad al clima y a las condiciones del predio.
Por otro lado, las hembras son preñadas dependiendo del celo pues en la mayoría de casos se realiza por monta natural, sin embargo en ocasiones y en colaboración con las organizaciones estatales se realiza la inseminación artificial o la transferencia de embriones. (Lea: Ganadería extensiva, una opción sostenible también para el clima)
Se hace la palpación y cuando está en celo se determina el método que se va a utilizar para preñar a la vaca. La prioridad de esta ganadería se centra en el cuidado de la madre y la sanidad de la misma para ello se realiza chequeos y vacunas cada seis meses.
La purga y el suplemente vitamínico de la madre se hace cada cuatro meses dependiendo del animal y la asesoría de un médico veterinario.