El calostro es fuente vital de desarrollo para los terneros, pues permite que se presenten factores de crecimiento, vitaminas que ayudan a que el ternero tenga un largo ciclo de vida. La contaminación de este líquido tiene implicaciones que afecta la inmunidad de los animales.

Cuando los terneros están recién nacidos, su alimentación se convierte en uno de los momentos más importantes en la vida del animal, pues están expuestos a la contaminación y cualquier elemento que puede afectar su salud. Conozca la forma en que alimentos como el calostro contaminado puede repercutir en su desarrollo. (Lea: Transición de la vaca, periodo crítico antes y después del parto)

Gerardo José Andrade Lozano, médico veterinario, indica que hay que evitar en gran medida que este fluido tenga malos manejos, de tal forma que se le suministre de forma limpia al ternero que está sano en su nacimiento.

“El calostro se contamina cuando lo manipulamos, entonces cuando el operador, administrador o mayordomo toma las tetas de la vaca y no se hace una limpieza adecuada, termina produciendo problemas graves porque cuando el ternero lo succiona, ya este líquido tiene una carga de bacterias que están ubicadas en el pezón”, afirma Andrade Lozano.

Por lo tanto, el animal va a absorber directamente este tipo de contaminantes infecciosos. Esto genera la aparición de las diferentes bacterias que ingresan a ese nuevo ser que no tiene la capacidad inmunitaria para contrarrestar las enfermedades.

Este tipo de afectaciones, puede ocasionar la muerte de los terneros, principalmente presentadas por medio de diarreas u otras afecciones que ponen el peligro al recién nacido en sus primeros meses de vida. (Lea: ¿Qué tan común es que los bovinos tomen leche de otras especies?)

Para evitar este tipo de situaciones, en palabras de Andrade Lozano, “es importante que se presente un buen manejo, donde prime la asepsia del proceso. Pues en algunas ocasiones, existen fincas donde hay vacas que son buenas productores de leche y se convierten en donadoras de calostro”.

Es por esta razón que se debe recuperar este fluido por medio del ordeño y conservación en un sitio refrigerado, de tal forma que luego pueda ser proporcionado a otros terneros que lo soliciten al su nacimiento.

Andrade Lozano, plantea 4 acciones para evitar la contaminación del calostro:

1. Tener buenas prácticas en el manejo de las ubres.
2. Hacer un secado y sellamiento de los pezones.
3. Utilizar sustancias que no sean abrasivas para las tetas de las vacas.
4. No exponerlo al ambiente durante mucho tiempo.

Todo esto con el fin que el calostro no se convierta en caldo de cultivos para las diferentes bacterias que pueden llegar a ocasionarle afectaciones en la salud del animal. (Lea: ¿Influye el tipo de raza bovina en la calidad del calostro para el ternero?)