La fase de la recría es la más crítica en la vida de un bovino porque del manejo que se les dé a los animales depende cómo será la calidad del ganado y de la carne.
Así se plantea en un artículo del diario El País de Uruguay, donde indica que a pesar de los avances del tema en ese país todavía hay mucho por hacer, especialmente para mejorar la fase de recría.
Según el Subsecretario del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, Ignacio Buffa, “la ganadería viene pasando por un momento interesante en cuanto a relaciones de precios y hay buenas perspectivas en los mercados”, pero consideró que “tenemos todavía un debe a la interna de la cadena”. Buffa remarcó que “una cadena no es más fuerte que el eslabón más débil” y ese eslabón más débil es la cría”.
Añadió que “la base es la cría, que tuvo un panorama interesante a través de exportación en pie, pero la estimulación a producir terneros está estrechamente relacionada con todos los eslabones: mejora de procesos de inserción internacional, relaciones de precios, etc.”
Por su parte, Rodrígo Fernández, asesor ganadero y Gerente de Agropecuaria Frigorífico Modelo S.A., dijo que la “industria frigorífica no sólo precisa mayor volumen de novillos y vaquillonas para cumplir con los negocios que realiza con los más de 150 mercados a los que llegan las carnes bovinas uruguayas, además precisa calidad. Sin buena calidad en su materia prima, no puede afianzarse con sus marcas en los mercados y conquistar consumidores, que una vez que conozcan el producto y sus características, lo valorarán más”. (Lea: 5 aspectos para tener en cuenta en la recría)
Entre tanto, la investigadora principal de INIA en el subsector de la cría y especialista en Reproducción Animal, Graciela Quintans, recordó que Uruguay tiene “información nacional, producto de tantos años de trabajo de tantas instituciones, para producir más y mejor”.
La clave está en recriar bien la ternera para construir el futuro rodeo. “Si bien la recría es muy importante a partir del destete, con los avances del conocimiento, esta historia empieza en el útero materno. Tiene mucho que ver con el área de programación fetal y en los primeros dos meses de la vida del ternero”, aclaró.
Explicó que “desde que se desteta la ternera con 6 meses y llega al servicio con dos años, pasan eventos importantes” y advirtió que “la luz roja aparece después del destete y es el primer invierno”. Es por eso que insistió en suplementar la recría sobre campo natural para mejore la ganancia de peso.
“El primer eslabón en la cadena reproductiva es la pubertad. Para preñarse, hay que entrar en la pubertad. Para que se preñe debe tener una buena tasa de ganancia en el primer invierno”, indicó.
Quintans reconoció que se está intentando preñar animales más grandes, con pesos que subieron entre 15 y 18 % respecto a los de la década del 70 y eso se refleja también en la pubertad. Por eso insistió: “la tasa de ganancia en el primer invierno es determinante en la actividad reproductiva, se evidencian efectos en el tiempo y con un adecuado manejo de la recría, se cosecharán los logros en el rodeo adulto”. (Lea: Estos son los 3 sistemas de crianza de terneros)
A su vez, Atilio Ciuffolini, director de bovinos de carne de la empresa Teknal S.A. recordó que “la recría tiene efectos residuales. Si no hay condición corporal no se logrará la reproducción por más que se seleccione el biotipo. La eficiencia en el engorde es crecimiento”.
El especialista argentino también destacó la importancia de la genética y afirmó que “cuando incorporamos genética estamos incorporando una curva de crecimiento que se administra a lo largo de toda la línea de producción. Se compensa el crecimiento en pie, pero no en carcasa”, agregó.
Mostró que animales recriados “con carcasas de bajo peso pierden área de carcasa, área de ojo de bife, tienen menor rendimiento carnicero en frigorífico y menor cantidad de grasa. El marmoleado es un esfuerzo de toda la vida”.
Por su parte el responsable del Laboratorio de Tecnología de la Carne, perteneciente al Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria, Santiago Luzardo, citado por El País, manifestó que “el potencial muscular del animal empieza tempranamente en el feto. Antes que el bovino llegue al nacimiento el potencial muscular ya está definido y lo que crecerá post nacimiento será el tejido muscular que luego se transforma en carne”.
Las investigaciones sobre calidad de carne muestran mayor peso de canal con mayor nivel de concentrado durante la fase de recría y eso es clave en los terneros cuando serán destinados posteriormente a los corrales de engorde o feedlot, dijo. (Lea: El manejo del destete e inicio de la recría)
Sostuvo que la etapa de recría puede llegar a afectar características de la calidad de canal y en menor medida de la calidad de la carne del animal.
“Países que son netos exportadores de carne de alta calidad, como es el caso de Uruguay no pueden darse el lujo de perder calidad en sus productos, por no aplicar tecnología validada en las investigaciones locales y muchas veces, de bajo costo, pero alto impacto económico”, concluyó.