También conocida como dictiocaulosis, es causada por el desarrollo de parásitos Dictyocaulus viviparus y Singamus trachea. Aprenda a reconocer sus síntomas y cómo puede evitar su presencia en el predio.   La bronquitis verminosa se presenta en zonas húmedas del trópico bajo y alto, especialmente en ganaderías de leche. Esteban de Jesús García Camargo, médico veterinario, explicó que se da en terneros de corta edad.   “La enfermedad afecta bastante a los terneritos en edad de destete por contaminación del parásito Dictyocaulus viviparus”, explicó. (Lea: 9 enfermedades respiratorias que afectan al ganado bovino)   De acuerdo con el experto, la bronquitis predomina sobre todo en ganaderías pequeñas que no tienen cuidado de la higiene y, por consiguiente, de los parásitos que proliferan en las praderas húmedas y contaminadas. Incluso, cuando una zona está muy infectada por las larvas, los bovinos adultos pueden llegar a enfermarse, sobre todo si no tiene experiencia imnunológica.   Los parásitos que producen la enfermedad son finos, de un tamaño de 8 cm y se localizan principalmente en la tráquea y en los bronquios, obstruyéndolos y complicando el tejido pulmonar, lo que puede dar lugar a una neumonía.   Las hembras Dictyocaulus viviparus producen huevos que contienen larvas totalmente desarrolladas. Estos pueden eclosionar al ser consumidos y alcanzar la tráquea. (Lea: Broncotraqueítis, una afección respiratoria que ataca al ganado)   “Muchas veces se transmite por el desaseo de los baldes y chupos para becerros, o a veces los consumen en los pastos. A veces un ternero contaminado defeca los huevos de las larvas y otro come en el sitio donde estaba el excremento”, explicó García.   Los síntomas que presenta un ternero son tos seca y repetitiva, que se hace más profunda y suave cuando el animal infectado comienza a debilitarse; edema en el pecho y pérdida de peso, aunque conservan el apetito.   Al mismo tiempo puede verse moco, salivación y lagrimeo. Si el becerro corre, su respiración se torna difícil y saca la lengua para respirar. Cuando hay fiebre y diarrea, esto quiere decir que hubo complicaciones microbianas secundarias en los pulmones, que pueden derivar en daños cardíacos severos. (Lea: Aprenda a enfrentar enfermedades respiratorias de sus bovinos)   “Si no se trata a tiempo, el animal puede desarrollar una bronconeumonía y morir. De hecho, en algunas ocasiones por un mal diagnóstico, a los terneros les ponen antibióticos en lugar de antiparasitario”, indicó.   Por esta razón, el profesional recomendó aplicar activos como benzimidazol, levamisol o ivermectina, que tiene alta eficacia contra el Dictyocaulus en todos sus estados de desarrollo.   Igualmente, se puede suministrar estrongol, vimec o bovipur, siendo el primero específico para parásitos pulmonares y los otros para el resto de infecciones.   Los tratamientos deben hacerse lo antes posible una vez se ha confirmado el diagnóstico clínico, para evitar los efectos colaterales del tratamiento en condiciones avanzadas de la enfermedad. (Lea: Criptosporidiosis en ganado bovino puede transmitirse a los humanos)   Se recomienda separar a los animales infectados en 2 lotes: aquellos con una tos menos fuerte y los otros que tienen más síntomas, como debilidad y anorexia. Estos deben ser desparasitados cuanto antes, pero el productor debe ser consciente que algunos de ellos no podrán salvarse.   Para García, la prevención siempre será la mejor herramienta: “Hay que limpiar y desparasitar muy bien todos los implementos que usan los terneros y los sitios por donde pasean, para evitar no solo esta sino otras enfermedades”, indicó.