El proyecto, liderado por el programa de Zootecnia de la Facultad de Ciencias Agrarias y del Ambiente de la Universidad Francisco de Paula Santander Ocaña, pretende obtener un producto en el que no se use la urea con el fin de promover una ganadería más ecológica y sostenible. Una de los propósitos a los que constantemente le vienen apuntando los ganaderos es a reducir los costos de producción, eso lo logran cuando dejan de depender en demasía de insumos químicos que año tras año son más caros e impactan directamente la balanza de costos del sector pecuario. Pensando en ello, el programa de Zootecnia de la Facultad de Ciencias Agrarias y del Ambiente de la Universidad Francisco de Paula Santander Ocaña viene trabajando en la obtención de una serie de bloques nutricionales libres de urea. La idea es eliminar ese químico del producto para reducir costos y promover una producción sostenible. (Lea: La fórmula matemática para elaborar bloques multinutricionales) El proyecto se viene realizando en la Agropecuaria La Troya, una propiedad de la Universidad Francisco de Paula Santander en el departamento del Cesar, y en la Granja Experimental que queda al interior de la institución en su sede Ocaña. César Urón Castro, docente de la institución educativa y quien está al frente de la iniciativa, aseveró que si los ganaderos están apuntándole a ser más sostenibles y ecológicos no pueden depender de esa clase de químicos a la hora de preparar suplementos para los semovientes, por lo que él y su grupo de estudiantes están trabajando en obtener un producto nutricional ideal para animales adultos y terneros que pueda ser suministrado en temporadas críticas sin que contenga urea. (Lea: Paso a paso, aprenda a fabricar sus propios bloques multinutricionales) Agregó que la principal dificultad que deben sortear los productores en épocas de extrema sequía es la muerte de las praderas, por esa razón deben acceder a un complemento alimenticio que sea capaz de suplir todas aquellas deficiencias que tienen los pastos. En el primer ensayo de los bloques sin urea, esta se reemplazó por otra fuente proteica como el matarratón, la leucaena, en su defecto una torta de soya o gluten de maíz en unos niveles bajos para que el costo de producción no se disparara. “Los resultados han sido muy satisfactorios, ya que hemos podido apreciar que el animal en su sabiduría nutricional va al bloque cuando realmente lo necesita. Tuvimos una prueba en la que estuvimos ofreciéndoles maíz picado y en el momento en el que lo ven no llegan mucho al bloque porque el grano les proporciona todos los nutrientes requeridos”, argumentó. (Lea: Bloques multinutricionales, suplemento económico para ganaderos) El docente aseguró que uno de los resultados obtenidos durante el trabajo es que cuando la dieta cambia por una más pobre, el consumo del bloque llega a superar los 250 o 300 gr días. Eso demuestra que el animal sí necesita, dentro de esa sabiduría nutricional, regular las deficiencias que tiene, además el ganadero no tiene la preocupación de que el ejemplar se vaya a intoxicar por exceso de nitritos y nitratos. “Una vez se hagan los diversos ensayos que el rigor científico exige y las pruebas zootécnicas que deben adelantarse, la idea es obtener un producto para que los ganaderos de la zona (Cesar y Norte de Santander) puedan suplir las falencias que tienen los animales cuando la oferta forrajera es deficiente”, remató. Con el bloque sin urea los ganaderos no van a tener mayores producciones de leche o mejores pesos, pero los semovientes se van a sostener corporalmente a través de un producto sin químicos que les entrega, a bajo costo, la cantidad de energía, proteína y grasa que necesitan para soportar épocas críticas. (Blog: Eche mano a los bloques nutricionales)